San José de Avino fue una de las primeras minas descubiertas en el territorio de la Nueva Vizcaya. Explotada por Francisco de Ibarra, antes de la fundación de la ciudad de Durango, de inmediato fue iniciada la excavación de la célebre “Veta Grande”.
Ha sido considerada como una de las minas de plata a cielo abierto más grandes del mundo. Incluso aún ahora se sigue explotando después de más de 440 años de trabajo. Según la tradición el conquistador Ibarra repartió entre algunos de los conquistadores, los derechos de explotación del mineral con la condición que se asentaran como vecinos en la Villa de Guadiana o Durango.
El siglo XVIII fue uno de los periodos de mayor esplendor en la población y en esta época se construye la actual capilla, misma que se decora profusamente con obras de reconocidos maestros pintores de la época.
LOS RETABLOS
El templo cuenta con dos bellos retablos de madera dorada, que lucen esplendorosamente luego de su reciente restauración.
El retablo principal está dedicado al Señor San José. Se trata de un retablo con columnas estípites y en el nicho inferior da cabida a una imagen de bulto, bellamente realizada de San José. Al centro en la parte superior del retablo se encuentra una curiosa talla en madera representando a la Santísima Trinidad. Realizada como remate central del retablo.
El retablo destaca un pequeño Cristo negro, que sobresale en toda la estructura, se trata de la imagen del Señor de Esquipulas o Señor de Mapimí. Completan el retablo las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad, la Virgen de los Dolores, el Sagrado Corazón y la Purísima Concepción.
A la derecha del altar se encuentra un hermoso retablo también en maderas doradas dedicado al Señor de los Guerreros. El Señor de los Guerreros, es un cuadro de Miguel Ángel Ovalle realizado a fines del siglo XVII, de una factura muy buena, representando a Cristo crucificado, vestido con un pequeño faldón.
Esta representación es la característica del Cristo para la evangelización de los tepehuanos durante el periodo Colonial.
LA PINACOTECA
Una de las características de este pequeño y hermoso templo es su valiosa colección de óleos realizados por Antonio de Torres, Pedro López Calderón y Miguel Ángel Ovalle en el siglo XVIII. Se trata de 14 óleos de diversas dimensiones, aunque la mayoría de ellos de un gran formato y cinco de ellos representan a doctores de la iglesia.
CONOCIENDO LAS PINTURAS
Los doctores de la iglesia comúnmente se representan con una pluma y un libro, ¿podría descubrir a los cinco doctores que aquí se encuentran representados en los sendos cuadros que pintó Antonio de Torres?
San Ambrosio se encuentra escribiendo el rito de la Sagrada Misa y es aconsejado por el Espíritu Santo. ¿Lograría identificarlo?
San Agustín, discípulo de San Ambrosio, aparece escribiendo iluminado por las Santísima Trinidad en forma de triangulo luminoso. ¿Podría encontrarlo?
San Gregorio I, conocido también como “El Magno”, aparece escribiendo su Teología Moral, con su vestimenta en rojo y blanco y una mitra que le caracteriza como Papa ¿Lo conseguiría localizar?
La imagen de San Antonio de Padua, con su característico lirio en la mano derecha y llevando al niño Dios sobre el brazo, se encuentra antes de llegar al altar mayor, ¿le sabría reconocer?
San Jerónimo fue el primer traductor de la Biblia al latín, en una pintura se representa escribiendo acompañado de una calavera y recibiendo la inspiración divina por una trompeta de cielo. ¿Podrá verlo?
Entre las colecciones de la Iglesia se encuentra la pintura de dos santos dominicos. Se trata del fundador de la orden Santo Domingo de Guzmán, que aparece con su emblema, un perro que lleva una antorcha en el hocico, y San Vicente Ferrer con sus inconfundibles alas. ¿Los hallaría?
La colección tiene dos obras de Pedro López Calderón, se trata de una imagen de San Juan Nepomuceno, vestido de presbítero llevando la palma del martirio en la mano, además de un libro abierto y un crucifijo, y San Nicolás de Bari, obispo de Mira, con la escena inconfundible de los tres pequeños niños que rescata en un barril de salmuera. ¿Sería posible que los detecte?
Otras pinturas que completan la pinacoteca del templo son: San Juan Bautista, San José, La Sagrada Familia y San Gabriel, además de un pequeño óleo del Señor de los Guerreros.
PARA OBSERVADORES
En la iglesia podrá descubrir además una espléndida escultura del Cristo llamado Señor de la Agonía, que muestra en su rostro el dolor del sacrificio en la cruz, y una interesante imagen de bulto representando al Cristo de la Columna.
La cruz atrial, muestra en una de las caras de su base una prácticamente ilegible inscripción y en otra cara aun se puede apreciar el labrado de una cartela que muestra una calavera sobre dos tibias en cruz, símbolo iconográfico de la muerte.
La torre de la iglesia es muy pequeña debido a que se ha dañado constantemente por las explosiones de la mina. Incluso aun se puede observar una curiosa abrazadera de madera que tiene para que ésta no se derrumbe.
DÁNDOSE LA VUELTA A PÁNUCO
Conozca
En Pánuco de Coronado el visitante puede adentrarse por los callejones de un pueblo minero, casi abandonado y reconocer las épocas de esplendor de las minas de esta región.
No deje de visitar la Parroquia de San Fermín. Templo de origen colonial reformado en el siglo XIX. El ciprés del altar mayor bellamente decorado, fue construido entre 1879 y 1893.
Los retablos de cantera laterales, son una curiosa realización en cantera de motivos barrocos, lo que los hace muy diferentes a otros altares de los interiores de los templos.
Los vitrales, de muy bella factura, representan a los evangelistas por sus símbolos emblemáticos.
En el templo se conservan algunas pinturas interesantes que no debe dejar de admirar, como el óleo de fines del siglo XVII sobre los Desposorios de la Virgen, firmado por Arellano, colocado en una de las capillas laterales, o el pequeño cuadro de Ánimas del siglo XVII con San José y la Virgen del Carmen, o una bella imagen de la Asunción de María, ambos colocados en la nave principal del templo. Más reciente es un San José del siglo XIX ubicado en el retablo de la Virgen de los Dolores.
En el atrio del templo encontrará un curioso reloj de Sol, del siglo XIX, de dos caras, lo que permite su lectura a cualquier hora del día.
DATOS ÚTILES
Cómo llegar
San José de Avino. Tome la carretera federal 40 en dirección a Torreón. Al llegar a Francisco I. Madero en el kilómetro 55, tome la carretera estatal 137 en dirección a San Juan del Río. A la altura del kilómetro siete encontrará una desviación pavimentada hacia la derecha, sin ninguna señalización. Tome esta desviación. En el kilómetro nueve encontrará una nueva bifurcación asfaltada a la derecha, también sin señalización. Siga por esa carretera dos kilómetros para llega a San José de Avino.
Si quiere conocer más sobre la historia del templo y sus pinturas pregunte por doña Fortunata Betancourt Contreras, ella con mucho gusto le enseñará las maravillas de este lugar.
Pánuco de Coronado. Siga la carretera, sin tomar la desviación a San José de Avino ocho kilómetros más.
No pierda la oportunidad de mirar desde la carretera, el imponente tajo de la mina de Avino y sus inmensas presas de lodos.