VARIACIONES OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN
El hombre está sentado en su sillón frailero. Tiene la mano en el mentón y la mirada perdida en un paisaje que solamente él ve. Es la hora en que la tarde todavía no se va y la noche aún no llega.
¿Qué hace este hombre? Está recordando. Recordar es su principal oficio ahora que los años lo han apartado del mundo. Y ¿qué recuerda? No guarda la memoria de riñas y pendencias juveniles, de batallas en Flandes o en Italia, de intrigas en la corte. Todo eso lo tiene ya en el olvido. El único recuerdo que conserva es el de las damas.
Los recuerdos de Don Juan son de mujeres. Más cabalmente dicho: de mujer. Cada día evoca a una de las que amó y que lo amaron. Doña Elvira. Doña Luz. Doña Isabel. Doña Elena. Doña Inés.
A todas las recuerda en su vejez este hombre viejo. De todas guarda una memoria grata. En todas -piensa- dejó un recuerdo amable. Bajo la sombra que ha llegado el anciano sonríe vagamente. Cuando muera sonreirá también. El paso de esta vida a la otra lo dará del brazo de un recuerdo femenino.
¡Hasta mañana!...