MÉXICO, DF (Agencias).- A sus 24 años de edad, el mediocampista argentino Sixto Peralta arribó al futbol mexicano con un cartel impresionante luego haber jugado en Italia e Inglaterra; sin embargo, no ha logrado consolidarse y actualmente vive el peor momento de su carrera.
Previo al arranque del Torneo de Apertura 2003, la directiva del equipo Santos Laguna sorprendió a propios y extraños al fichar como refuerzo a uno de los jugadores argentinos revelación de los últimos años, su nombre Sixto Peralta.
De gran manejo de balón, el mediocampista apenas cuenta con 24 años de edad, pero acumula siete como futbolista profesional. Según cuenta el propio volante ofensivo debutó muy joven surgido de la cantera de Huracán:
“Considero que me pasaron cosas de manera muy rápida, debuté muy chico en Argentina con Huracán cuando apenas tenía 17 años, en esa institución jugué por espacio de dos años y medio.
Posteriormente pase a Racing de Avellaneda donde jugué otro año y medio para luego ser adquirido por el Inter de Milán, equipo donde figuré por espacio de cuatro meses actuando en algunos encuentros para después ser prestado al Torino de Italia donde jugué en la Serie B hasta lograr el ascenso.
De ahí pase a la Liga Premier de Inglaterra defendiendo los colores de un equipo chico, el Ipswich, y el año pasado regrese a Racing de Avellaneda. De esta forma me tocó jugar en diversos lugares, pero me siento contento a mis 24 años”.
Cuestionado sobre los comentarios que lo señalaban como el refuerzo más importante de Santos Laguna en lo últimos años, Peralta confiesa que poco sabía del equipo al que llegaba: “No tenía muchas referencias del lugar a donde venía, pero conocía al equipo por que en Argentina se ve mucho futbol mexicano y esto me permitió conocer a varios de los jugadores que hoy integran el plantel de Santos.
Así que cuando recibí la oferta investigué sobre la institución y todos los comentarios fueron buenos. Ahora bien, uno sabe que llega a un gran equipo como un jugador más que debe cumplir y trabajar para pelear un puesto. Eso trato de hacer más haya de lo que se hable de mi persona”.
Una tarde
para el olvido
El domingo 14 de septiembre del 2003 quedó grabado en la memoria de Sixto Peralta como uno de los peores momentos de su carrera luego que al enfrentarse Santos y Tecos, el jugador sudamericano, en una jugada desafortunada, le rompió el tendón de Aquiles al arquero mexicano Mario Rodríguez quien a la postre se perdería el resto de la temporada.
Al respecto, el volante santista reconoce que esa tarde fue invadido por la tristeza luego de percatarse que afectó la carrera de un compañero de profesión:
“Considero que en todos los años que llevo jugando es la peor sensación experimentada. Que se lesione un colega en una acción desafortunada, pero en la cual participaste, produce un sentimiento raro a pesar que siempre estuve tranquilo porque nunca tuve la intención de provocarle un daño y sólo fue mala suerte. Después pude hablar con él y me quedé más tranquilo al saber que va mejorando”.