Diversos sectores de la sociedad reprueban y lamentan los hechos de violencia de los que fueron objeto los jóvenes pertenecientes al movimiento “emo” el pasado viernes por la noche en la capital duranguense, que arrojó como saldo por lo menos de dos personas heridas y más de 80 detenidos.
Los diputados locales aseguran que en Durango existe la libertad de expresión y por lo tanto las prácticas sociales antitolerantes deben desaparecer, ya que solamente están sumando mayor incertidumbre al clima de violencia que existe en la entidad.
Además, lanzaron una llamada de atención a los padres de familia, pues este tipo de hechos “demuestra que no existe buena comunicación. Sería bueno que los padres revisaran en dónde andan sus hijos y con quiénes se juntan”.
La Iglesia Católica también se sumó al rechazo de cualquier tipo de violencia que se registre contra de un grupo social. Reconoció que los hechos del fin de semana, donde fueron agredidos jóvenes llamados “emos”, son un foco rojo que pone en alerta a las instituciones que tienen responsabilidad en la formación de las personas, entre ellas la misma Iglesia.
NUEVO ALTERCADO
En la Ciudad de México se registró un segundo enfrentamiento entre “emos” y jóvenes que están en contra de este movimiento. La presencia de unos 200 granaderos impidió que la agresión creciera. El problema se limita a una diferencia de ideologías, en la que algunos acusan a los “emos” de robarse la cultura de otros.
Personal de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal lamentó la intolerancia entre jóvenes, “porque lo único que están logrando es cerrar los espacios públicos en su propio perjuicio”.
El Siglo de Durango pudo entrevistar a una jovencita que se identifica con este movimiento, Lupita, quien aseguró que los argumentos que se manejan para justificar las agresiones contra ellos son totalmente absurdos.
Pidió a la sociedad abrir su mente, ya que un “emo” es igual a cualquier persona, con gustos diferentes pero pacíficos. “Con violencia quieren cambiarnos, quieren que seamos iguales a otros y no se va a poder. Se debe entender que no somos una moda, la moda ahora es atacarnos y eso sí va a desaparecer, nosotros vamos a seguir”, dijo.