Los modelos provocativos que usan algunas damas de honor durante las celebraciones religiosas de la Iglesia Católica distraen a los sacerdotes, de ahí que sea correcto el llamado para evitar este tipo de atuendos.
Lo anterior fue afirmado por arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, al considerar como positivo el exhorto que hiciera el Episcopado Mexicano a través de la revista de la Fe para que las mujeres no usen minifaldas y escotes.
Experiencia
El representante de la Arquidiócesis de Durango hizo referencia a que hace poco celebró una misa de un matrimonio y la comitiva que los acompañaba en su mayoría mujeres, hizo una pausa para cuestionar el hecho de que se les denomine damas de honor, llevaban una falda con grandes aberturas y se ubicaron en la primera fila.
Explicó que él se encontraba frente a ellas y adelante, y se sentaron con la pierna cruzada, por lo que lo obligaron a mantener la mirada hacia arriba; “la vista es muy natural y aunque yo sea obispo, la mujer provoca”, aseguró.
Morbo
Por lo anterior consideró que las féminas, con su modo de vestirse, despiertan la curiosidad y provocan que haya morbo, y no sólo en las mujeres sino los dos sexos.
González Martínez manifestó que es correcto que se haga el exhorto para evitar ciertos atuendos ya que ante todo debe de imperar la moral y la ética que son naturales así como el recato.
Mencionó que la moralidad es natural en la historia de la persona y no pasa de moda, por más que se quiera decir que es un tema del pasado e ignorársele.