Así como en Durango es común ir al cine los miercoles, los jóvenes de Beijing optan por hacer algo un poco más interactivo: destrozarse los unos a los otros cantando.Debido a que en China las películas extranjeras son limitadas, la juventud se recrea con los videojuegos, el famoso facebook y muy recientemente con los múltiples karaokes que poco a poco se han ido robando el terreno del entretenimiento.
Pero no se trata de karaokes cualquiera. A mi mente vino la muy temida idea de cantar frente a todos los orientales del mundo que esperaban pasar en la sala del primer piso. Aquí la situación es más personalizada. Los jóvenes pueden entrar en grupos desde tres hasta 20 amigos en unas cámaras privadas para gritar a todo pulmón los éxitos de sus artistas favoritos.
Un reconocimiento muy grande es para Alejandro Fernández, el único mexicano que figura en el track list con la canción “Canta, corazón”.
Si se es mayor de edad, los grupos pueden pedir bebidas alcohólicas mientras destrozan los vidrios a gritos. Si no es así, los pequeños deben ir acompañados de mayores para poder entrar al lugar.
La batalla comienza por rondas y cada uno debe escoger un tema. De acuerdo con un sensor computarizado, el timbre de voz que más se acerca a los tonos y afina en todo momento obtiene una calificación alta. El perdedor, según se acostumbra, pagará la cuenta de todos, pero el ganador tendrá que invitarle la cena a éste.
Al preguntarle a una habitante de Beijing el número aproximado de los ktv en Beijing, pensó un momento la respuesta y sólo dijo que ni ella sabía cuántos eran.La noche pasa divertida y más ahora con los Olímpicos porque, así como los occidentales no entendemos nada de lo que dicen las pantallas, los orientales ponen cara de what? cada vez que ponemos nuestras canciones. Los más famosos artistas son los locales, aunque existen otros internacionales como Britney Spears, Madonna, Eminem, Aikon, Alicia Keys y hasta las Spice Girls, que son los favoritos cuando de cantar en otro idioma se trata.