Los campesinos sufrieron la escasez de agua durante casi ocho meses; a partir de la llegada de la temporada de lluvia las expectativas para tener buenas cosechas crecieron pues las precipitaciones fueron abundantes. El problema es que ya se tornaron excesivas y ahora ocasionan problemas de inundaciones. El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Cabildo, Roberto Arreola Arreola, prevé que la cifra de cinco mil hectáreas dañadas se duplique al final de este mismo mes.
“Hace ocho días decíamos de cinco mil hectáreas, yo creo que va a aumentar el doble como mínimo de las afectadas por el exceso de humedad en el municipio de Durango, unas presentan el 15 por ciento y otras con el 20 dependiendo de la región del Valle de Guadiana”, advirtió Roberto Arreola.
El regidor puntualizó que a pesar de los espacios en los que las precipitaciones se han ausentado no se debe cantar victoria pues el mes de septiembre es en el que más llueve en Durango, lo que complicaría aún más el panorama de las zonas agrícolas que ya padecen daños como las de El Arenal y Málaga, que están asentadas en las partes bajas del llano y el agua ha subido hasta un metro de nivel. “Sería difícil para la gente que ha perdido sus cosechas hasta en un cien por ciento, como es el caso de los ranchos privados en Málaga”.
El funcionario municipal denunció que la situación se torna más complicada si se considera que en México no hay una política de aseguramiento eficiente o que de hecho no existe, debido a que no ha habido una atención para integrar al campo. “No hay ni créditos para el campo, mucho menos hay un seguro agrícola que le dé certidumbre a la gente que pierde sus cosechas”.
“Pagar un seguro agrícola es pagar 500 pesos por hectárea cuando se están invirtiendo de ocho a diez mil pesos por hectárea de maíz, de frijol ni se diga”. Recordó que el año pasado hubo pérdidas en una región agrícola de Guadalupe Victoria en la que se sembraba maíz y el seguro pagó 30 pesos por hectárea perdida, “eso es una burla”.