La inauguración de la Temporada Grande 2008-09 en la Monumental Plaza de Toros México resultó desangelada y sin la expectación de otros años, en la que incluso faltaron como ya
era costumbre los defensores y protectores de los derechos de los animales.
Uno de los motivos podría ser el cartel con el que se puso en marcha la temporada, en el cual estuvieron toreros mexicanos y ninguna figura internacional, lo que ahuyentó a un buen sector de aficionados.
Desde temprana hora los alrededores de la plaza lucieron desolados en comparación con otros años, por lo que este domingo pareció más una tarde de novilladas que de corridas del importante serial mayor en el escenario más grande del mundo taurino.
Poca convocatoria. La entrada resultó similar a la que hay durante el serial menor, aunque en esta ocasión sí acudieron los aficionados conocedores, quienes disfrutaron de una buena tarde de toros con tres exponentes mexicanos experimentados y de calidad.
En el cartel estuvieron el rejoneador potosino Gastón Santos, el experimentado matador jalisciense Alfredo Lomelí y el joven michoacano Omar Villaseñor, quienes demostraron que los toreros mexicanos sí pueden sostener una Temporada Grande y llamar la atención de los aficionados.
La empresa Renovación Taurina que organiza el serial mayor en la Plaza México decidió programar los seis primeros carteles con un elenco de toreros nacionales sin la participación de las consabidas figuras españolas y de otras nacionalidades que han estado presentes en otras temporadas grandes.