Con el primer operativo de alto impacto realizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en 1983 en la zona serrana de Durango, Chihuahua y Sinaloa, sector conocido como “el triángulo dorado”, y con el aseguramiento de diversos artículos propios del narcotráfico dos años después se decide crear el Museo del Enervante, también llamado “narcomuseo”, en el que se encuentran armas adornadas con oro y diamantes, estatuillas del santo patrono de los delincuentes y vestimenta lujosa decomisada a famosos narcotraficantes.
Una riqueza histórica
En total de diez salas ubicadas en las instalaciones de la Sedena están llenas de diversos artículos que en cierta forma revelan la presencia del narcotráfico en el país desde sus inicios hasta la fecha; ahí se encuentran armas de fuego que pertenecían a los líderes de los diferentes cárteles, joyas, sombreros, teléfonos celulares como el que perdió uno de los fundadores de “Los Zetas” el cual estaba bañado en oro de 24 quilates, entre otras cosas, según lo publica un medio de comunicación nacional.
En el Museo del Enervante se encuentra un mapa de la República Mexicana con trazos específicos de las rutas que usan los traficantes para el traslado de droga, en el que aparece Durango como una pieza clave para que el enervante llegue a su destino; ahí mismos se muestran en maquetas las acciones que hace el Ejército para contrarrestar el narcotráfico con operativos terrestres, aéreos y marítimos.
San Malverde
En el lugar no podía faltar el santo patrono del narcotráfico, Jesús Malverde, del que la mayoría de los delincuentes porta una estatuilla o una imagen tatuada en su cuerpo y que tiene una capilla en Sinaloa donde sus seguidores acuden por lo menos una vez al año a darle gracias por su protección.
Según el personal del Ejército, este museo, que fue ampliado en el 2001, que no está abierto al público en general, tiene como objetivo instruir a los alumnos del Colegio Militar para la lucha contra el narcotráfico y en cierta forma dejar una huella de la batalla que siempre ha emprendido la milicia en contra de este flagelo e incluso una de las salas muestra con letras doradas el nombre de los 567 efectivos que han perdido la vida en esta guerra.
Es duranguense el patrono de narcos
Aunque mucho tiempo de pensó que Jesús Malverde era de Sinaloa, ya se descubrió que el santo patrono de los narcotraficantes, a quien se le atribuyen cientos de milagros y que es venerado en varias partes del mundo -especialmente en Culiacán, Sinaloa, donde le construyeron un altar por haber sido muy caritativo con la gente pobre-, era originario de Durango; en el Archivo Histórico de Sinaloa fue encontrada el acta de nacimiento original del famoso “bandido generoso”, la cual data del año 1888.