Si no se toman medidas efectivas para contrarrestar los efectos de la rescisión económica, la carestía y el desempleo pueden ser causa de los inicios de una “explosión social”, así como el incremento de la delincuencia.
Gustavo Pedro Cortés, diputado federal, comentó que no se quisiera que la situación se agravara, pero cuando la sociedad no ve soluciones, reacciona de alguna forma y en este caso al no tener trabajo y con lo caro de los productos básicos, tienden a delinquir.
Puerta falsa
“Hay quienes se involucran en robos y asaltos, aunque no se descarta que inclusive se puedan involucrar con la delincuencia organizada”, comentó el entrevistado.
En algunos países se presentan movimientos sociales de inconformidad, “una mecha prende toda una pradera” y en ese sentido, se puede correr el riesgo de que se presenten este tipo de actitudes, si el Gobierno no tiene la capacidad de responder a las demandas de la ciudadanía.
La gasolina ha incrementado su precio ya en 32 ocasiones, es más cara en México que en Estados Unidos a pesar de que éste es un país con una amplia producción de petróleo.
El constante incremento al costo de este producto genera una reacción en cadena pues el combustible es un elemento indispensable en la actividad comercial, lo que va en detrimento de la calidad de vida de los asalariados, que cada vez tienen menos poder adquisitivo.
“Hace pocos días estuve en la Comarca Lagunera y la gente me expresaba su preocupación por la serie de despidos que se han presentado en el sector manufacturero, aunque de eso aún no hay una estadística”, platicó Pedro Cortés.
Las armadoras de automóviles están cerrando, por lo menos de manera temporal, pero ése es un golpe muy duro para quienes trabajan en ellas, mientras que otro sector que se está viendo afectado seriamente son los inmigrantes y trabajadores de Estados Unidos.
Hay quienes no tienen dinero ni para regresar a su tierra, mientras que la caída de las remesas es una realidad que también ha pegado a la economía de muchas familias mexicanas.