Con aguja de gancho y sobre todo con mucho amor la señora Beatriz Romero de Guerrero tejió el ropón que usó su nieta Valentina Ruiz Guerrero el día que la bautizaron, a dos años de este acontecimiento su hermanita Romina fue llevada a la pila bautismal y sus papás José Antonio Ruiz Garza y Paola Guerrero Velasco la vistieron con el mismo traje que para ellos tiene un significado muy especial, por lo que decidieron que lo portara como una tradición familiar.
La pequeña Romina Ruiz Guerrero recibió su primer sacramento en el bautisterio de la Catedral Basílica Menor en donde fue acompañada de sus padrinos Francisco Floresmeyer Villar y Paola Garza de Floresmeyer, quienes emocionados aceptaron velar por la prosperidad de su ahora ahijada.
El convivio.
Para celebrar el grato acontecimiento en donde Romina fue ungida con el santo crisma y bendecida con las aguas del Jordán se ofreció una comida en un salón de la entidad en donde familiares y amigos de los anfitriones manifestaron su gozo de estar presentes en el evento.
Más tarde se sirvió el banquete que degustaron los asistentes, muchos de ellos visitantes de otras ciudades de la República como la bisabuela Lorenia Ponce de León, de Ciudad de México; abuelitos José Antonio Ruiz Bosch y Lorenia Garza Ponce de León, procedentes de Tabasco; así como Vicente Guerrero Romero y Georgina Velasco Nájar, quienes le obsequiaron a su nieta una medalla con la Virgen de Guadalupe grabada con el nombre de Romina.