Municipios de las regiones de Tierra Caliente, Costa Grande y la propia capital del estado se mantienen bajo vigilancia de las fuerzas federales, que mantienen recorridos y cateos.
A fin de combatir a la delincuencia organizada, se incrementaron los patrullajes en varios municipios, como: Arcelia, Altamirano, Coyuca de Catalán, Teloloapan, en la región de la Tierra Caliente; Chilpancingo e Iguala, en la región de la zona centro; Petatlán y Zihuatanejo, en la región de la Costa Grande y el puerto de Acapulco.
Soldados del Ejército mexicano de la 35 Zona Militar encabezan las acciones del Operativo Conjunto Guerrero, en las comunidades consideradas como zonas inseguras de estas demarcaciones.
Además, en la entrada a la ruta turística de Chilpancingo-Circuito Azul, que comprende las poblaciones de Petaquillas, Colotlipa, Juxtlahuaca y Tlanicuilulco, pertenecientes a la región de la zona centro del estado, los militares instalaron puestos de revisión.
Calles solitarias
Además, agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) entraron a la comunidad de Tlanicuilulco en busca de presuntos narcotraficantes que, según fuentes extraoficiales, se esconden en dicho pueblo considerado por los mismos pobladores “sin ley”.
En los municipios de Mochitlán, Quechultenango y en sus comunidades Colotlipa y Tlanicuilulco, se percibe una aparente calma.
Sin embargo, las calles están casi solitarias y la población se niega hablar sobre lo que pasa y mejor prefieren dedicarse a sus quehaceres. “No se que está pasando”, dicen al ser cuestionados.