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La 4T se agandalló las Afores

El menos común de los sentidos

La 4T se agandalló las Afores

La 4T se agandalló las Afores

EDUARDO RODRÍGUEZ

Este fin de sexenio está siendo totalmente claro, el grupo en el poder está ahí para no soltarlo nunca, y para robarte todo lo que puedan. Si alguien no lo ve, es por limitaciones extraordinarias o porque no quiere verlo.

La próxima será la última semana de la actual Legislatura en sus trabajos ordinarios y, cierran a tambor batiente: quieren robar a los mayores de 70 años, anular a jueces y Suprema Corte y dar al Presidente la capacidad de amnistiar -perdonar- a cualquier criminal con tan solo la voluntad del megalómano que ha demostrado ser.

La idea de apropiarse del dinero que se encuentra en Afores de las personas de más de 70 años es un robo; no hay otra palabra. Se trata de cuentas financieras personales, no de fondos o fideicomisos -que tampoco tienen justificación-. Es como si se les ocurriera legislar que las cuentas bancarias de las personas cuyo apellido inicia con P serán requisadas para con ello financiar a quienes inician su apellido con M. Si eso le parece absurdo, es exactamente lo mismo que se está aprobando en la Cámara de Diputados, por iniciativa de Morena y con el respaldo de sus rémoras.

La peregrina idea del Senado de que se puede terminar con la suspensión dictada por un juez no es otra cosa que borrar la existencia del Poder Judicial. A partir de ese momento, el Congreso podría aprobar leyes totalmente inconstitucionales -como las Afores- sin que nadie pudiese defenderse. Si, como ocurre hoy, el Legislativo está controlado por el Ejecutivo, entonces los tres poderes estarían en manos de una persona y eso suele llamarse como "dictadura".

La desesperación invade a López Obrador y sus esbirros. A pesar de haber repartido dinero a manos llenas durante los primeros tres meses del año (por el adelanto de pagos de programas federales), resulta que la actividad económica en esos meses fue inferior a la que teníamos al cierre del año pasado.

Contra el primer trimestre de 2023, hay un pírrico crecimiento de 1.6 por ciento. Muy pocos van a estar esperando la publicación del PIB del primer trimestre dentro de un mes, pero todos lo están sintiendo ahorita. La expectativa que teníamos era que hubiese un buen desempeño en el primer semestre del año, alimentada con el gasto electoral y electorero, pero resulta que no fue así.

Imagínese cómo se pondrá después de la elección, cuando ya se hayan gastado todo, porque el 3 de junio se acaba el mundo.

En las pocas encuestas con seguimiento diario, sea de aprobación presidencial o intención de voto, el desplazamiento hacia el piso es muy claro. El conflicto con Ecuador no parece haber tenido impacto alguno, ni el primer debate movió las tendencias.

El agotamiento se hace evidente en amplios grupos que mantuvieron la esperanza por más de cinco año, pero a cinco meses del final de gobierno ya no están seguros de que se les vaya a cumplir.

El reclamo permanente desde Palacio a un pasado cada vez más remoto, a un Poder Judicial que pocas personas realmente ubican, el continuo enfrentamiento, van cansando a quienes pensaron que el cambio les resolvería sus problemas. No es así, porque nunca lo es, pero ahora les habían insistido en que sí funciona.

Cierran su gobierno enseñando todo el cobre: rateros peloteros, improvisados e incapaces. La gente nada más quería seguridad, algo de honestidad y un poco de apoyo. Nada consiguieron, y ven que el show no se acaba, porque les prometen que ahora sí, que bolseando a unos alcanzará para otros.

No se van inversiones, ni muchos menos el nearshoring. Ya no se genera empleo formal. Los precios de alimentos y, sobre todo, el gasto en salud se comieron más de lo avanzado en salarios.

¿Esta es la transformación que ofrecían? ¿A esto le quieren dar continuidad?

@eduardguezh

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