Sustitución. Se requiere que los equipos sean reemplazados por un sistema moderno, para que se pueda monitorear si están funcionando o no.
En la capital, hay un aproximado de 600 semáforos; de esos, al menos un 30 por ciento tiene más de 40 años de servicio, por lo que requieren ser reemplazados con nueva tecnología, para que no fallen cuando se interrumpe el flujo de energía eléctrica.
Las fallas constantes en los semáforos provocan molestia a la ciudadanía, porque incluso han generado accidentes viales o conflictos a los conductores para transitar por las vialidades.
A las autoridades municipales se les pidió un informe para determinar la situación general en que se encuentran y que expliquen por qué se presentan constantes fallas.
En una sesión extraordinaria de la Comisión de Seguridad, como único punto, se pidió a la Dirección de Seguridad Pública Municipal que aclarara si las deficiencias de los semáforos son porque están mal sincronizados, se tienen que reemplazar o si no se están reparando bien.
SEMAFORIZACIÓN
Por parte de esa Dirección, se informó que se implementará el programa de Semaforización, con recursos del Gobierno Federal para la renovación de los semáforos, primero los más antiguos, colocando otros con mejor tecnología y GPS.
Además de que se renovará el cableado que también tiene muchos años, por lo que se implementará un modelo de semáforos, que ya se utiliza en otras ciudades, muy modernos que ayudan a verificar cómo y cuáles están funcionando en tiempo real.
Cuando hay fallas eléctricas en la ciudad es cuando los semáforos se apagan; entonces, se tienen que volver a reactivar y sincronizar, porque no tienen memoria para ajustarse por sí mismos.
Mientras tanto, se generan problemas entre los automovilistas y propios transeúntes para circular por las calles.