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Y sigue el caos vial

Nota al margen.

Y sigue el caos vial

Y sigue el caos vial

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

Cada vez que los periodistas le preguntan al presidente municipal de Durango, José Antonio Ochoa Rodríguez, sobre los constantes accidentes viales (en especial los protagonizados por motociclistas), promete que se intensificarán los operativos y serán "implacables" para hacer cumplir la ley; sin embargo, la problemática sigue y todos los días nos enteramos de un nuevo siniestro, en la mayoría de los casos con gente muerta o lesionada de gravedad.

Apenas en esta semana una pareja de muchachos que circulaban en moto por la avenida 20 de Noviembre sufrieron un terrible percance en donde perdió la vida un joven y una quinceañera terminó con un traumatismo craneoencefálico severo, hemorragia cerebral, fractura de clavícula izquierda y fractura de hemotórax derecho.

Los jóvenes transitaban por la principal avenida de la ciudad alrededor de la medianoche del 15 de abril cuando llegaron al tramo en reparación a la altura de la calle Carlos León de la Peña; se estrellaron contra la señalética y derraparon varios metros. Todo indica que iban con exceso de velocidad y sin protección alguna.

El pasado fin de semana otro motociclista de 22 años sufrió la amputación de su pie izquierdo tras chocar con una camioneta; en un hecho distinto, otro hombre de 25 años que viajaba en moto terminó con fractura de maxilar luego de un impacto con un vehículo. Y estos son algunos casos recientes, pero la lista es amplia.

En septiembre del año pasado, el Gobierno Municipal lanzó el operativo "Usa la cabeza, rueda seguro" con el cual se regalaron un poco más de 800 cascos a los motociclistas que pagaban sus infracciones por carecer de este elemento de seguridad. En su momento las autoridades dijeron que dicha acción había sido todo un éxito... y después todo volvió a la normalidad.

Basta ir a pararse a algún crucero de la ciudad para percatarse del gran número de motociclistas que circulan sin placas, sin casco o alguna otra protección, con exceso de velocidad, invadiendo carril e incluso transportando bebés o menores de edad, lo cual en teoría está prohibido por el reglamento vigente. En más de una ocasión he visto jóvenes montados en motos haciendo "caballitos" por el bulevar Durango o Circuito Interior; también es común observar a niños de 13 o 14 años manejando cuatrimotos al igual que razers.

En el caso de los adolescentes, por supuesto, son los padres de familia quienes tienen la principal responsabilidad; empero, la autoridad debe hacer valer la ley y conservar el orden.

Es cierto que algunos ciudadanos se enojan cuando los infraccionan, en especial cuando notan que los agentes de Vialidad actúan de manera sesgada: en algunos casos sí sancionan y en otros se hacen de "la vista gorda". Esas prácticas del mismo modo deben ser erradicadas.

No se trata, claro está, de responsabilizar de todos los accidentes a los motociclistas, pues ellos son solo una parte del problema que enfrentamos en la ciudad capital, en donde la cultura vial parecer ser un mito tanto en los peatones, ciclistas, conductores y hasta las mismas autoridades que son omisas. Hasta ahora, la problemática no ha podido ser combatida. ¿Qué se podrá hacer al respecto?

PUNTO Y APARTE.- Varios diputados locales buscan la reelección y andan en campaña sin dejar el salario del Poder Legislativo.

Los diputados-candidatos argumentan que la ley no los obliga a separarse del cargo, por lo tanto, prefieren quedarse en su curul aprovechando las sesiones para dar entrevistas y enviar boletines a los medios de comunicación. Por supuesto, esto es una competencia desleal contra los otros candidatos que no están en medio de los reflectores.

Hace algunos días, en este mismo espacio editorial, reflexioné que por ética los legisladores que quieren ser reelectos deberían dejar el encargo, aunque sea de manera temporal, para dedicarse de lleno a sus actividades proselitistas, pues ni atienden una cosa ni la otra.

Los candidatos-legisladores hablan de honestidad, de su amor por Durango, de su compromiso con la legalidad y su ferviente necesidad de servir a los más necesitados; no obstante, en los hechos demuestran todo lo contrario. Es mejor que se vayan a hacer campaña en donde podrán gastar entre 4.5 y 7.5 millones de pesos (según el distrito electoral por el que contienden) y dejen que sus suplentes atiendan los múltiples asuntos pendientes en el Congreso del Estado.

Nos leemos en Twitter: @citlazoe

Escrito en: Nota al margen hacer, fractura, casos, ciudad

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