Para no variar el programa Procampo, a 15 años de su implementación, demostró que ha quedado muy lejos de hacer competitivo al campo mexicano. A partir de 1994 en que surgió, los productores agrícolas siguen sumidos en la pobreza, se han incrementado los niveles de miseria rural y los más de 171 mil millones de pesos que ha invertido el Gobierno Federal en estos 15 años han ido a parar a manos de políticos, funcionarios, grandes empresarios y hasta narcotraficantes, por inverosímil que esto suene.
De acuerdo al trabajo periodístico presentado ayer por el diario El Universal, en el que fueron consultadas diversas fuentes del sector agropecuario, en todo este tiempo se han obtenido resultados contrarios a los pretendidos inicialmente, ya que, además del agravamiento de la crisis del campo, se han desviado importantes cantidades de recursos y se abrieron amplias ventanas al clientelismo político.
Con el fundamento -que ha resultado falso, a final de cuentas- de transferir recursos en apoyo de la economía de los productores agrícolas para mejorar la competitividad interna y externa, elevar el nivel de vida de las familias rurales, y modernizar el sistema de comercialización, el Procampo terminó propiamente como un programa de asistencia para los minifundistas.
De los 171 mil millones de pesos asignados a productores entre 1994 y 2008 en este programa y subprograma Ingreso Objetivo, únicamente 10 por ciento de los beneficiarios de esos subsidios -unos 543 mil 970 productores- ha obtenido el 57 por ciento de esos recursos, unos 96 mil millones de pesos, para una distribución de 176 mil 502 pesos por productor.
También, el 1 por ciento de afortunados beneficiarios, formado por 54 mil 397 productores, la mayoría de los estados de Sinaloa y Tamaulipas, ha obtenido 38 mil 558 millones de pesos, para una nada despreciable distribución per cápita de 708 mil 826 pesos.
En cambio, 80 por ciento de los productores con menos de cinco hectáreas han recibido sólo 27 por ciento de los subsidios -unos 46 mil millones de pesos- que les dejó luego de 14 años cerca de diez mil 600 pesos por individuo, cantidad que no representa gran ayuda para quien pretende mejorar sustancialmente su productividad.
Nombres de funcionarios, políticos, ex altos funcionarios y gente muy conocida -y no pobre, por cierto- abundan en el padrón del Procampo. Están identificadas 371 personas que han cobrado estos recursos, cuyo destino debió ser siempre gente necesitada. Se tiene certeza que siguen recibiendo estos subsidios unos 131 posibles funcionarios federales y 161 estatales.
Entre los presuntos narcotraficantes que también son beneficiarios de tan noble programa están: Jaime Quintero Páez, hermano de Lamberto Quintero; Jesús, Ofelina y Aureliano Guzmán Loera, hermanos del "Chapo" Guzmán, así como uno de sus sobrinos, Leobardo Elenes Salazar y "el último de sus suegros", Inés Coronel Barreras.
También aparecen nombres como Alfredo Beltrán Leyva, de familiares directos de Margarita Cázares Salazar, Ernesto "El Güero" Palma, Luis Valencia Valencia, líder del Cártel Milenio, y Jesús Raúl Beltrán Uriarte, principal lugarteniente de Ignacio Coronel Villarreal.
Así, tratando de aminorar las asimetrías que se tenían con respecto a los productores de Canadá y Estados Unidos, con la entrada en vigor del famoso Tratado de Libre Comercio en 1994, el programa fracasó y el dinero ha quedado muy lejos de donde debió haber llegado durante todos estos 15 años, con el consiguiente crónico atraso en nuestro campo mexicano, que seguirá esperando un manejo más honesto y justo de los recursos.
PEQUEÑOS AULLIDOS
ARREMETIÓ AYER EL ex diputado del PRI, Rodolfo Guerrero García, contra el delegado del tricolor en Durango, Jorge Meade Ocaranza. No lo bajó de "grillo" divisionista y aseguró que muy pronto solicitarán su remoción a Beatriz Paredes Rangel