Militares resguardan un lujoso rancho en la zona serrana del municipio de Tamazula.
Un complejo de 22 instalaciones distribuidas en 240 hectáreas de la región serrana de Tamazula fue asegurado por elementos de la III Región Militar, quienes afirmaron que se trata “del narcolaboratorio más grande de todo el país”. En esta zona se producían cientos de kilogramos de la droga conocida como “cristal”, además de que se almacenaban miles de kilos de marihuana empaquetada y en greña.
La zona de producción de droga sintética se ubica en la parte alta de las montañas que rodean a la población de Las Trancas, asentada en la región de las Quebradas que colinda con Sinaloa. Las instalaciones eran cabañas de madera, seis de ellas empleadas para el proceso de químicos y producción de “cristal”, cada una tenía otra cabaña cercana totalmente amueblada que era ocupada por el respectivo jefe; el mobiliario consiste en cocina, recámara y sala equipada con televisores de plasma y antenas de televisión satelital.
Cada pequeño laboratorio estaba a tres kilómetros entre uno y otro. En el lugar había 164 tambos de 200 litros cada uno, con capacidad para almacenar 32 mil 800 litros de productos químicos para producir droga sintética cuyo precio en el mercado es de 20 mil dólares por kilo. El resto de las cabañas eran casas de descanso y bodegas de almacenamiento, donde se encontraron 22 bolsas de polietileno y cada una contenía aproximadamente 40 kilos de “cristal”; aunque los soldados informaron que el peso total aún no se ha terminado de pesar. También se encontraron mil 250 kilos de esta droga que ya estaba en el último proceso de producción.
La III Región Militar notificó que también aseguraron varios miles de kilos de marihuana; algunos ya estaban empaquetados. Personal castrense mencionó que llevaban contabilizadas cinco toneladas y todavía faltaba enervante por pesar, por lo que se calculó que serían diez toneladas, aproximadamente.
En el lugar fueron abandonados 18 vehículos, entre ellos varias cuatrimotos y un cargador frontal, así como armas, aunque no se especificó el calibre, y un número no determinado de uniformes tipo militar.
Las investigaciones del personal castrense indican que el lugar fue detectado en el transcurso de esta semana mediante labores de reconocimiento terrestre y aéreo, en el que trabajaban entre 100 y 120 personas con apoyo de al menos tres ingenieros; la presencia de plantas generadoras de energía eléctrica indica que el narcolaboratorio trabajaba día y noche, aunque su capacidad de producción diaria aún no se cuantifica.