A una semana del operativo de seguridad implementado en Cuencamé, el crimen organizado responde con un envío de seis cabezas, cinco de ellas de elementos de la Agencia Estatal de Investigación y una más del agente del Ministerio Público, mismos que fueron "levantados" en la comunidad de las Nieves, en el municipio de Ocampo, el pasado lunes.
Las cabezas amanecieron afuera del Templo de San Antonio de Padua envueltas en colchas y en bolsas de polietileno de color negro.
HALLAZGO
El macabro hallazgo fue alrededor de las 9:30 horas a escasos metros de la entrada al templo católico; los trabajadores de limpieza realizaron el aseo sin percatarse del contenido de las bolsas. Una vez que pasó el servicio de recolección de basura descubrieron a los seis decapitados.
Las víctimas fueron identificados como Gilberto Calderón Osorio y Herculano Cázarez quienes se desempeñaban como jefes de Grupo; los agentes Walter Eduardo Valles Reyes, José Luis Huerta Vargas, Óscar Agüero Chávez y el agente del Ministerio Público José Manuel Murillo Rosales.
Elementos del Ejército Mexicano arribaron al lugar al cabo de media hora del hallazgo, y la zona fue acordonada por agentes del Ministerio Público apoyados por policías municipales.
Las seis víctimas fueron "levantadas" durante la noche del lunes en la comunidad de Las Nieves, en el municipio de Ocampo al Norte del estado. Presuntamente fueron privados de su libertad por un contingente fuertemente armado, quienes los sorprendieron en la casa-habitación que ocupaban en dicha población.
Versiones extraoficiales manifiestan que los cuerpos fueron encontrados en la comunidad de Las Nieves, lugar donde fueron "levantados"; sin embargo, el reporte de la Procuraduría, hasta el cierre de esta edición, no confirmó la información.
Región de alto riesgo
La zona limítrofe entre los estados de Durango y Zacatecas se caracteriza de un año a la fecha por la intensa actividad de grupos delictivos, que lo mismo han privado de la libertad a un número indeterminado de habitantes de la región, como protagonizado una guerra para hacerse de la plaza.
Autoridades municipales de Cuencamé en reiteradas ocasiones han atribuido la inseguridad a la ubicación estratégica de la localidad y su red carretera.
La gente vive con temor, nadie quiere hacer declaraciones y eso se presta al rumor; existe la creencia de que incluso en un punto del municipio hay una narcofosa en la que pueden estar los restos de decenas de personas que están en calidad de desaparecidas.
El martes de la semana pasada en la comunidad de Ramón Corona el Ejército Mexicano y diferentes corporaciones policiacas llevaron a cabo un operativo. Agentes y soldados se enfrentaron a presuntos secuestradores y lograron liberar a seis hombres del vecino municipio de Guadalupe Victoria por los que ya habían pedido rescate. En esa ocasión 10 plagiaros resultaron muertos.