Nacional

Periodistas exigen frenar agresiones

'LOS QUEREMOS VIVOS', LEYENDA USADA EN CONVOCATORIA

México, DF.

Los periodistas no quieren un muerto más entre sus filas. Con 64 asesinatos en una década y 11 desaparecidos, los trabajadores de los medios de comunicación marcharon ayer en la Ciudad de México, en un acto inédito, para exigir un alto a la impunidad en torno a las muertes e intimidaciones en todo el país.

A las 12:00 del mediodía, reporteros, fotógrafos y camarógrafos se concentraron en el Ángel de la Independencia. La leyenda "los queremos vivos" -en torno al cual se convocó la marcha- se leyó en las pancartas que también sirvieron para exigir respeto al derecho a informar y a saber, así como para pedir que se esclarezcan los crímenes.

Periodistas jóvenes compartieron el espacio con decanos del oficio como Miguel Ángel Granados Chapa, uno de los primeros en llegar al punto de concentración.

"La primera prueba se ha pasado con éxito. Ver si nos podíamos juntar", destacó el columnista, que lamentó que la mayor parte de las muertes y desapariciones ni siquiera hayan sido investigadas. Otras periodistas de renombre como Ricardo Rocha, José Carreño, Rosana Fuentes-Berain o Froylan Lopez también marcharon hombro a hombro con los periodistas "de a pie".

A las 12:30 horas, una reportera y un reportero del interior del país cumplieron con el acto de inicio: la lectura de los nombres, uno a uno, de los 64 periodistas asesinados y los 11 desaparecidos.

El contingente de unas mil personas inició la caminata en silencio. "Es una marcha donde los periodistas mexicanos hemos renunciado a la palabra, porque está en riesgo", dijo la periodista Elia Baltazar, convocante de la marcha, antes de arrancar.

La vanguardia portaba una manta en la que se leían los nombres de los caídos y desaparecidos en su labor.

Las demandas de los periodistas no se manifestaron en voz alta. Entre los asistentes se repartió una carta firmada por el comité organizador, en la que señalaron la necesidad de exigir públicamente la violencia, intimidación y acoso a los reporteros del país. En ella se dio cuenta de cinco exigencias al Gobierno federal: el cese de las agresiones, que los diferentes órganos de gobierno velen por la libertad de expresión y el acceso a la información de ciudadanos y periodistas y la vigencia plena de esos derechos.

Igualmente pidieron al Gobierno poner en marcha medidas para garantizar la seguridad y la corresponsabilidad de todas las partes involucradas en el ejercicio periodístico para salvaguardar el libre acceso a la información.

'Ni uno más'

En el camino, bajo el sol, se vio a periodistas con cinta en la boca e incluso alguno con una cadena.

Fotografías de colegas muertos y cartulinas con frases como "Le tengo rabia al silencio" o "Quien calla a un periodista calla a todos" se levantaban por encima de las cabezas.

La marcha a las puertas de Segob duró una hora.

Con trabajos, la manta que encabezo la protesta logró hacerse espacio frente a las rejas del Palacio de Cobián.

Una vez ahí, los organizadores tapizaron parte de la banqueta eta con periódicos, las pancartas que se blandieron en la marcha y fotografías de compañeros. Sobre ellas regaron pintura roja para semejar la sangre de los asesinados.

Así, con el millar de manifestantes a la puerta, un fotógrafo puso su cámara en el tapiz de diarios regados de sangre falsa. Tras ese gesto espontáneo, un reportero dejó su libreta y su pluma.

Uno más, una vieja máquina de escribir, y por último una integrante de la sociedad civil dejó un moño negro y una cruz.

Puesto el cuadro improvisado, se pidió un minuto de silencio; el mismo al que muchos periodistas se enfrentan por las amenazas en todo el país y que sólo fue roto por el grito constante - e igualmente espontáneo- de "Ni uno más".

Escrito en: periodistas, marcha, exigir, acceso

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nacional

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas