La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) externó su preocupación por la "insensibilidad" que mostraron las autoridades a las que recurrió Leopoldo Valenzuela Escobar, antes de ser asesinado, para denunciar el secuestro de su hijo y exigir justicia.
Valenzuela Escobar denunció el secuestro de su hijo Leopoldo Valenzuela Gómez, ocurrido en septiembre del 2010 en la ciudad de Nuevo Ideal, ante autoridades estatales y federales; su búsqueda de justicia llegó hasta la Oficina de la Presidencia de la República, instancia a la que envió cinco cartas y sulo de una tuvo respuesta, pero no hay resultados.
La noche del 4 de febrero pasado, don Polo fue asesinado en Nuevo Ideal.
PETICIONES
El "peregrinar" de Don Polo para pedir ayuda en la localización de su hijo plagiado implicó a la Fiscalía General del Estado, ante la que interpuso denuncia sin resultados hasta la fecha; la Décima Zona Militar a cuyo comandante, Germán Javier Jiménez Mendoza, dirigió una carta que nunca le quisieron aceptar y hasta señaló la ubicación de los secuestradores a elementos militares que se negaron a ayudarlo; a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), que abrió la investigación APRGR/SIEDO/UEIS/472/2010 y que la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía de la Oficina de la Presidencia de la República "encargó" a la Procuraduría General de la República (PGR).
La denuncia de don Polo, su peregrinar ante autoridades y su homicidio llamaron la atención de medios informativos nacionales. Según la revista de circulación nacional Proceso en su edición del 1789, Valenzuela Escobar dijo haber señalado en mapas satelitales de la Secretaría de Marina la ubicación de los secuestradores de su hijo.
El 14 de octubre del 2010 en Nuevo Ideal entregó una carta a Teresa Álvarez del Castillo, esposa del Gobernador del Estado, exponiéndole el caso y solicitándole ayuda; nunca obtuvo respuesta.
INCOMPRENSIBLE
La CEDH externó su preocupación "por la insensibilidad de las autoridades al no atender las solicitudes de intervención" que realizó don Polo; para el organismo estatal este desinterés expone "falta de responsabilidad ante las necesidades del ciudadano en el respeto a los derechos fundamentales".
Para el organismo resulta "incomprensible" la desatención mostrada de forma reiterada por cada autoridad a la que Leopoldo Valenzuela acudió a pedir ayuda, "siendo este peregrinar una muestra fehaciente de la denigración que sufrió en todo acto con la autoridad a la que fue dirigida su esperanza de obtener una respuesta positiva".
El 13 de enero un miembro de la familia presentó una queja ante la Comisión, según confirmó el propio organismo, relativa a la privación de la libertad de Leopoldo Valenzuela Gómez y en la que señala a distintas autoridades "por no atender los señalamientos que realizara en cuanto al peligro en que se encontraba".
La queja fue recibida por el área de Visitaduría la cual inició las investigaciones para obtener elementos suficientes para el expediente, mismo que fue turnado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) al encontrarse involucradas autoridades federales, por lo que será este organismo quien continúe con las investigaciones.
Don Polo murió decepcionado de la autoridad que debía prestarle justicia y sin volver a saber de su hijo.