Un 64 por ciento de los padres con hijos en escuelas públicas adquiere los útiles escolares a menos de dos semanas de que inicie el ciclo escolar, de acuerdo con un sondeo en línea sobre hábitos de compra realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor en 28 estados, incluido Durango.
Esto podría generar problemas en la economía familiar por las compras de último momento ya que además en dicho sondeo también queda en evidencia que el 42 por ciento de los padres utiliza su sueldo para costear dichos gastos, debido a que no cuentan con una ahorro disponible. El 90 por ciento de las personas encuestadas manifestó que paga los útiles en efectivo.
Un 14 por ciento recurre al aguinaldo, utilidades o fondo de ahorro, mientras que el cuatro por ciento utiliza la tarjeta de crédito o recurre a un préstamo en una casa de empeño para financiar algunos de los gastos por el regreso a clases.
Otra erogación que hacen los padres durante esta temporada es para comprar uniformes y zapatos, mismos que tienen que adquirir al menos dos veces por año. Así respondió un 34 por ciento de los padres con hijos en escuelas públicas que reconoció que, en años anteriores, ha tenido que comprar nuevamente el uniforme y/o calzado antes de que termine el ciclo escolar.
Además, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares del INEGI de 2006, el gasto que realizan los padres en colegiaturas puede representar más del 15 por ciento del ingreso familiar.
PARA AHORRAR...
La Profeco recomienda reutilizar y reciclar los útiles del ciclo anterior que todavía sirvan, comprar solamente en comercios establecidos, conservar las garantías y tickets de compra, realizar un trueque de libros entre conocidos, probar uniformes y zapatos a sus hijos antes de comprarlos, además de revisar botones, cierres y costuras en cada prenda.
Para un mayor aprovechamiento de lo que se adquiere es recomendable escribir por ambos lados de las hojas de los cuadernos, evitar morder o quitarle la goma a los lápices, lavar las gomas con agua y jabón para evitar que se manchen, además de marcar con el nombre los útiles escolares y prendas del uniforme.
Armando acevedo / El Siglo de Durango