En virtud de que la presa Santa Elena, ubicada en el municipio de Súchil, registra niveles de llenado de un seis por ciento, los productores agrícolas de esa zona no podrán regar más con el agua que le queda a ese vaso hidráulico dada la escasa cantidad del vital elemento y la dificultad que representa su extracción, de acuerdo con información de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED).
Según el director general de la citada dependencia, Miguel Calderón Arámbula, la presa Santa Elena es la que registra actualmente el menor nivel de llenado, toda vez que los usuarios del módulo de riego de esa zona decidieron extraer la mayor cantidad de agua posible para utilizarla en sus cultivos ya que se corría el riesgo de que la poca que quedaba se fuera evaporando gradualmente, con el consiguiente desperdicio y en perjuicio de los campesinos de esa región.
"Las presas tienen una capacidad que nosotros le llamamos de azolves, es una capacidad muerta (también así se llama), donde la tubería que tiene donde está la obra de toma ya no es posible que se extraiga agua, a menos de que, en el caso de la presa Santa Elena, la vayan a bombear. Desde luego, la recomendación, siempre, de la Comisión Nacional del Agua, es que no hagan eso, porque colapsan la misma infraestructura por dejarla seca".
Por otro lado, añadió, si los productores de esa zona decidieran, en un caso extremo, vaciar la presa Santa Elena en su totalidad, el agua extraída sólo les serviría para un pequeño riego, es decir, para un riego de auxilio.
Posteriormente, dijo, en caso de que no capte agua, que lo más seguro es que no capte, en esta temporada, obviamente -advirtió-, no podrán sembrar. Entonces, abundó, los productores tendrían que pensar muy bien en una reducción importante en el número de hectáreas que van a regar.