La negociación para la entrega a Estados Unidos de los hermanos colombianos Javier y Luis Enrique Calle Serna, "Los Comba", desató una guerra en la mafia que ya ha causado unos 20 muertos en este país, informó el diario El Tiempo.
El periódico colombiano aseguró que, según las autoridades, tras revelarse que los hermanos Calle Serna se someterían a la justicia estadounidense "empezó una vendetta de la mafia que ha dejado 20 asesinatos en Cali y Bogotá".
La entrega de Javier Calle Serna, considerado uno de los jefes de la banda criminal "Los Rastrojos", se hizo efectiva el viernes pasado ante funcionarios de la Administración Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos en Aruba.
Mientras que la de su hermano Luis Enrique Calle Serna va en camino y podría concretarse en próximos días, previa negociación con el país del Norte para asegurarle beneficios judiciales a cambio de colaboración.
El Tiempo aseguró que con el sometimiento de Javier y la inminente entrega de Luis Enrique, un ejército privado de mil 500 hombres a su mando en varias regiones de Colombia "queda al mejor postor".
Para el rotativo, el nuevo panorama "abre espacio a dos escenarios no excluyentes: la atomización del grupo entre varias acciones y la entrada de 'Los Urabeños' a zonas plenamente controladas por la banda rival".
El acuerdo
El narcotraficante colombiano habría llegado a varios acuerdos con la justicia estadounidense, como identificar las redes que usaba la banda para el envío de cocaína a Europa y al país del Norte, según el informe.
Recordó que Calle Serna, junto a su hermano Luis Enrique, dirigía el llamado clan de "Los Comba", y estuvo al servicio del capo Wilber Varela, alias "Jabón", quien murió en Venezuela en 2008.
En abril pasado medios de prensa españoles informaron sobre las negociaciones del narcotraficante colombiano con EU para someterse a la justicia de ese país a cambio de beneficios judiciales y carcelarios.
Por los dos hermanos Calle Serna, convertidos en alto valor para los gobiernos de Washington y Bogotá, se ofrecía una recompensa de unos 2.5 millones de dólares.