La presidenta de la Comisión de Salud en el Cabildo de Gómez Palacio, María Isabel Cisneros Torres, dijo que la nueva reglamentación para la venta de pinturas y solventes permitirá abatir el grave problema del graffiti.
Ello contribuirá, agregó, a controlar la venta de solventes y pinturas a los jóvenes que no la necesiten.
Añadió que se hizo un análisis por parte de todos los regidores que conforman la Comisión de Salud, para complementar este marco jurídico, de manera que se cubrieran prácticamente todas las formas de venta de estos artículos, así como el conocimiento de la aplicación de sanciones para quienes incurren en la omisión.
Ahora, dijo la regidora Cisneros Torres, la reglamentación que estará vigente marca que todos los negocios que expenden este tipo de artículos, como solventes, pinturas, aerosoles, selladores, lleven un registro de venta avalada por la identificación de cada persona que adquiera estas sustancias, con los datos de cada consumidor, el tipo y la fecha de expedición de los solventes y pinturas.
El uso y expendio de solventes será ahora una responsabilidad civil y los propietarios que tengan estos negocios deberán colaborar para tener un control de las sustancias, y constatar que no se las venden a menores de edad o personas incapaces de manejarlas, puntualizó.
Ante esta problemática tan grave que persiste en esta localidad, se hace necesario un nuevo marco jurídico acerca de la venta de aerosoles y similares, y que se endureciera la mano de la autoridad para aquellos que ayudan a los graffiteros y que sólo por vender algo están afectando de manera importante a su ciudad, refirió.
De acuerdo con la edil, los comerciantes contarán con una copia del reglamento recién aprobado y una bitácora en la que se llevará la anotación de sus clientes mayores de edad, que consumen los productos señalados en el catálogo reglamentario, y eventualmente habrán de cumplir con la entrega de esta información a la autoridad municipal.
En el caso de los menores de edad, estos no podrán comprar aerosoles, solventes ni pinturas debido a una prohibición muy precisa, pues en caso de omisión de las reglas, los comerciantes se pueden hacer acreedores a un fuerte llamado de atención, hasta una clausura eventual de su establecimiento en caso de una reincidencia.