Mayor actividad física prevendría hasta un millón de muertes
Promover que la población realice un 25 por ciento más de actividad física, permitiría prevenir hasta un millón de muertes al año, afirmó el asesor principal de Salud Global del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos, Michael Pratt.
Y es que, dijo, la constancia en la realización de actividad física tiene múltiples beneficios preventivos en materia de enfermedades crónicas y contribuye al estado de bienestar del organismo, por ello debe ser una parte indispensable de las políticas públicas destinadas al sector salud en todos los países.
Durante la ponencia, “El rol de la actividad física en la salud y el bienestar”, planteó que si bien “sabemos de los beneficios generales para el ser humano de la actividad física, también sabemos que a pesar de este conocimiento, actualmente muchos pacientes no la realizan como se debe”.
Pratt señaló el hecho de que el sobrepeso y la obesidad mantienen una tendencia a la alza y actualmente se ubican en sus máximos históricos, pues a nivel global son 122 los países con problemas de sobrepeso, es decir 31.1 por ciento de los adultos en todo el mundo presenta algún grado de sobrepeso y obesidad.
Asimismo, destacó, el panorama de inactividad física en adolescentes no es muy alentador, pues el 80.3 por ciento de ellos a nivel global se encuentra en estado de inactividad física, lo que deriva en una población de jóvenes con algún grado de sobrepeso y obesidad. “Sólo el 20 por ciento de los adolescentes en el mundo realiza actividad física con más intensidad que los adultos, un promedio considerado clínicamente normal”, precisó el especialista.
En ese sentido, Pratt subrayó que entre el 6 y el 10 por ciento de las muertes a nivel mundial están relacionadas con la inactividad física, es decir, alrededor de cinco millones de personas fallecen por complicaciones de la inactividad física.
En Latinoamérica 670 mil muertes al año se relacionan con este mismo fenómeno moderno.
Puntualizó que la inactividad física no sólo afecta la calidad de vida, también genera altos costos para los sistemas de salud pública, por ejemplo: en Brasil entre el 2.0 y el 12 por ciento del total del gasto público en salud está destinado a la atención de pacientes cuyas complicaciones surgieron a partir de la inactividad física.
El asesor principal de Salud Global del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos subrayó que parte de la labor necesaria para revertir esta situación comienza por promover la actividad física a partir de datos concretos que la población pueda percibir como hechos tangibles.
Por ejemplo, decirles cabalmente que en adultos la recomendación debe ser 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana; mencionarles que de practicarla, será un gran aliado en la prevención de padecimientos como la diabetes, reducirán las posibilidades de mortalidad por cáncer, sobretodo de mama y colon, además de ser una herramienta infalible contra la depresión.
Las recomendaciones para niños entre 5 y 17 años deben contemplar el hecho que deben hacer más ejercicio que los adultos. En los jóvenes se les debe informar que además de ejercicio aeróbico deben hacer fortalecimiento muscular, recomendó en el marco de la Serie Científica Latinoamericana 2014 que se celebra en esta ciudad.
El especialista consideró que para realizar estrategias de promoción de actividad física a nivel de política pública se deben involucran a especialistas, tanto del ámbito clínico, especialistas en medicina del deporte y nutricional, así como a autoridades, legisladores y tomadores de decisión.
Esto se traduciría en una perspectiva que contemple, entre otras cosas el mejoramiento del espacio urbano, ya que está comprobado que un entorno urbano seguro fortalece el escenario para promover la actividad física. Lo mismo sucede con el mejoramiento del medio ambiente en términos ecológicos, finalizó.