¿Va en serio la batalla contra el narcotráfico en México?
A caótica jornada que vivió la ciudad de Guadalajara y la zona sur de Jalisco este viernes último nos lleva, necesariamente, a varias interrogantes: ¿está rebasada la capacidad de respuesta del gobierno mexicano ante el narco? ¿Va en serio, ahora sí, la lucha contra los cárteles? ¿Tanta violencia en Jalisco obedece a un cambio en la estrategia antidrogas? ¿Ya no se privilegian, pues, las acciones de inteligencia? ¿Se negoció, entonces, la captura de grandes capos en otros tiempos, donde no hubo "un solo tiro", al contrario de lo que sucedió ahora?
Desde las nueve de la mañana el panorama cambió para los tapatíos, que disfrutaban de un día normal de asueto; comenzó una inusitada movilización de grupos armados: narcobloqueos, 39 en total, en puntos de la zona metropolitana, carreteras y unos 20 municipios aledaños; enfrentamientos, incendios a gasolineras y bancos, a partir del derribamiento de un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional, con saldo de tres militares muertos, varios heridos, entre militares y elementos de la Policía Federal, y tres desaparecidos. En total, hubo siete muertos, 19 heridos,17 detenidos y los tres desaparecidos. Desde la mañana del sábado, sin embargo, se reportó ya una normalización paulatina de todas las actividades en la zona, excepto por la quema de varios vehículos en Puerto Vallarta.
Esta movilización regional sin precedentes del crimen organizado se extendió a los estados de Colima, Michoacán y Guanajuato, donde los sicarios sembraron el terror de manera sincronizada con narcobloqueos e incendios intermitentes, tanto en negocios como en vehículos.
A lo largo del día, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, hizo dos cortes informativos y, ya por la noche, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, destacó la puesta en marcha de la Operación Jalisco, en la que participan elementos de la Sedena, Semar, Cisen y Policía Federal.
Según informó el funcionario, a eso de las siete de la mañana del viernes, fuerzas federales que realizaban un reconocimiento aéreo ubicaron, en un acceso carretero, un convoy donde presuntamente viajaban miembros de un grupo delictivo; de inmediato, los sicarios abrieron fuego contra el helicóptero en el que viajaban once militares, dos policías federales y cinco miembros de la tripulación.
Monte Alejandro Rubido, al igual que Aristóteles Sandoval, en todo momento hablaron del "cártel que predomina en el estado de Jalisco", pero ni uno ni otro manifestó abiertamente que se trataba del cártel Jalisco Nueva Generación, el de mayor poderío actualmente en México. Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró, en su cuenta de Twitter, que "será aniquilado" este cártel y sus integrantes enfrentarán todo el peso de la ley.
Lo cierto es que nunca antes en la historia de Guadalajara y alrededores se había vivido una jornada tan cruenta como la del viernes; incluso ni en Ciudad Juárez, La Laguna o alguna parte del estado de Tamaulipas, donde la semana anterior se registraron tres jornadas de sangre y fuego también.
Ahora bien, si durante la actual administración han sido detenidos 93 de los 120 delincuentes más buscados en México, según presumió el propio comisionado nacional de Seguridad, y muchos de ellos en forma "quirúrgica", sin un solo disparo ¿cuál es el mensaje que debemos captar respecto a la estrategia antidrogas? Se logró capturar así a Joaquín Guzmán Loera "el chapo", a los líderes zetas Miguel Ángel y Omar Treviño Morales; también a Servando Gómez Martínez "la tuta", entre otros, aparentemente sin muchos problemas al momento de la detención, pese a tratarse de personajes protegidos por impresionantes aparatos de seguridad.
Entonces, llama la atención que, de pronto, durante la semana anterior en Tamaulipas y este viernes en Jalisco, se haya desatado la violencia de tal manera, como si hubiera una orden de montar operativos de abierta confrontación a los grupos criminales, sin tomar en cuenta posibles daños a la población civil. Si toda esta violencia obedece a que la batalla contra el narco va en serio, el gobierno está, pues, obligado a garantizar la seguridad de la ciudadanía, a través de operativos lo menos dañinos posible para la población, ya que de los criminales no se puede esperar ética alguna ni modificación en sus métodos de terror, pero las autoridades sí pueden, y deben, cumplir con su responsabilidad de proteger a la sociedad. A ellas sí hay que exigirles eso, porque nadie quiere vivir expuesto a que en cualquier momento y lugar estalle una reacción como la que acabamos de ver.
A DIFERENCIA DE otros estados, transcurrió en calma el desfile del Primero de Mayo en Durango; los contingentes obreros desfilaron enarbolando sus tradicionales demandas respecto a mejoras laborales, pero nadie alteró el orden... UN GRUPO DE panistas, sin embargo, sí estuvo realizando acciones proselitistas muy cerca de los maestros de la CNTE, y el resultado fue un connato de gresca e incluso los maestros quemaron una banderola del PAN... MAYO ES EL mes de la Cultura del Agua y su uso eficiente, por lo que gobierno y organizaciones sociales realizarán actividades de concientización sobre el tema. Cuidemos todos este indispensable recurso.
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