Editoriales

Final de sexenio

Vida pública

Final de sexenio

Final de sexenio

JESÚS MENA VÁZQUEZ

Hace unos días el Gobernador del Estado, Jorge Herrera Caldera realizó la entrega de su sexto y último informe de gobierno al Congreso del Estado. Con este acto se cierra el ciclo administrativo de un periodo de gobierno que comenzó en condiciones complicadas, sobre todo en seguridad pública y que termina, de acuerdo al discurso del gobernador, con avances en varias dimensiones, sin embargo, el énfasis lo puso en la recuperación de la paz social durante su periodo de gobierno.

De acuerdo a las cifras que ofreció el gobernador, el número de delitos de impacto social se ha reducido considerablemente, con lo que la ciudadanía tiene una valoración positiva del gobierno estatal en la correspondiente a la seguridad pública.

Estoy de acuerdo en que la percepción de la ciudadanía en los temas de seguridad ha cambiado positivamente en estos seis años, sin que eso signifique que la guerra contra el crimen organizado está ganada, pero comparto la percepción de que la violencia en la entidad derivada de estas actividades es mucho menor que cuando comenzó esta administración.

Además de los logros que el gobernador mencionó en sus discursos, existe un tema que creo no fue abordado con la misma importancia durante los eventos con motivo del último informe de gobierno y es que, comparado a otras entitades, la deuda en nuestro estado no se elevó de manera desmesurada durante su gobierno.

Si nos comparamos con entidades como Coahuila, Puebla o Veracruz que asumieron deuda a niveles que ejercerán presión en las finanzas estatales por décadas, parece que la condición en que deja el gobernador este rubro es algo que debe de considerarse como positivo de su gestión, aún con los créditos que fueron contratados recientemente por parte del estado, parece que el gobierno que termina dejará a su sucesor margen de maniobra en lo que respecta a las finanzas estatales.

La forma en que se encuentra diseñado el pacto federal en México hace que los estados sigan la inercia de las políticas que se diseñan en el centro. En este sentido, muchas de las políticas que se implementan en los estados tienen como origen las Secretarías de Estado a nivel federal, lo que hace que las acciones que se pueden diseñar e implementar a nivel local sean mucho menos.

Una evaluación justa de las acciones del gobierno solamente tendrá lugar después de un tiempo, no es posible medir el impacto en el aumento de bienestar de los ciudadanos de inmediato, además, la lucha electoral que está en puerta hace que se distorsionen, para bien y para mal, los logros del gobierno a nivel local.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública gobierno, nivel, acuerdo, seguridad

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas