La presencia de las lluvias de esta temporada ha sido muy buena para los campos agrícolas de la región de los Llanos, según versiones de los propios productores que lograron sembrar, quienes están muy optimistas en que sea muy bueno el ciclo agrícola dadas las condiciones de humedad apropiada para darle suficiente seguridad a la planta de crecimiento.
Por otro lado, en el caso de las áreas semi-urbanas, el panorama ha sido difícil pues dadas las precipitaciones pluviales que han sido prácticamente a diario, han terminado por dañar los techos y muros de viviendas de más de un centenar de familias y por diversos rumbos de la ciudad y poblaciones rurales.
La afluencia de quienes tienen el poder económico a los centros de venta de material de construcción necesario para proteger los techos es constante, en busca del remedio para proteger su patrimonio. Problemática como goteras, humedad en los muros, encharcamientos, lodo, son en el menor de los casos los efectos de la temporada en casas-habitación. En el peor, están el derrumbamiento de los techos y muros, los cuales por el tiempo así como el exceso de lluvia ha terminado por deteriorarlos.
En el caso de personas de escasos recursos, recurren a métodos más económicos como resguardar de alguna manera con hule sus techos de manera provisional esperando que pase la temporada de lluvias, o bien, con láminas que puedan protegerles temporalmente.
Por su parte, el área de Protección Civil de la ciudad sigue en permanente estado de alerta ante cualquier contingencia para auxiliar a las familias que requieran el desalojo, en caso de derrumbamiento de su casa, o bien, apoyarles en sacar agua por inundaciones.