Despiden a cura asesinado
La Iglesia católica condenó "la marejada de violencia" que se desató en los últimos meses en Michoacán y que entre los sucesos le costó la vida al párroco de Janamuato, José Alfredo López Guillén, que fue hallado muerto a tiros la madrugada del domingo en un predio conocido como Las Guayabas, en este municipio. Se dicen cansados, frustrados e indefensos; unos lloran y otros más, atónitos, ven la urna de quien fuera su consejero, su guía espiritual y que convivió durante los últimos años con ellos, puesto que feligreses y seguidores llegaron desde diferentes regiones de la entidad para despedir al padre Alfredo. Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, arzobispo auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia, fue el responsable de oficiar la misa del presbítero asesinado.