Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de adquirir una vivienda. Los precios, el tamaño, la zona centro o las afueras, el tipo de barrio, los comercios, instituciones y colegios cercanos son algunas de las cuestiones que se plantean las familias a la hora de mudarse a un nuevo hogar.
Si hay un primer punto a tener en cuenta es la situación económica. Comprar un inmueble es un compromiso muy grande y que puede prolongarse por muchos años, por eso es necesario contar con una cierta seguridad financiera antes de empezar a mirar casas. Además, son muchos los pagos que conlleva, como las escrituras, el depósito inicial o las comisiones bancarias, que hacen plantearse si realmente se está en el mejor momento para comprar una vivienda.
Una vez tomada la decisión, debe elegirse el modo en el que quiere hacerse la compra, si bien a través de una inmobiliaria, donde ser atendido por expertos y poder hacer una revisión comparativa de las casas la zona en la que se quiere mudar, o si no, por otros medios como el intercambio de viviendas o el trato directo con el dueño del domicilio que se quiere comprar. Estos últimos ejemplos deben mirarse con cautela, ya que puede tratarse de estafas.