El tobogán acuático más alto del mundo, que estaba ubicado la ciudad de Kansas, Estados Unidos, cerrará definitivamente y será desmontado tras el accidente que causó la muerte de un niño de 10 años, por una lesión en el cuello, en agosto pasado.
La atracción, que abrió sus puertas en 2014, se llamaba ‘Verrückt’, que en alemán significa ‘loco’, y era el principal atractivo del parque acuático ‘Schlitterbahn’; medía 51 metros de altura, quienes se aventaban de él caían a una velocidad de hasta 104 km/h y se subían 264 escalones para usarlo.
Los dueños han comunicado esta semana su decisión y desmontarán el tobogán una vez haya finalizado la investigación del caso. “En nuestra opinión, es la única acción apropiada después de esta tragedia. En algún momento del futuro anunciaremos lo que se construirá en su lugar”, señala el comunicado oficial.