Embarazo adolescente
Hace unos días El Siglo de Durango publicó una nota que ofrece un panorama desolador del embarazo adolescente en la entidad. De acuerdo a lo publicado el pasado 25 de noviembre, de los casi cuarenta mil nacimientos que tuvieron lugar en la entidad en 2015, en una quinta parte la madre era menor de 19 años.
La tasa de 20.4% de embarazos en jóvenes menores de 19 años ubica a Durango en el segundo lugar nacional en un tema que es de suma importancia dado que marca la vida de las jóvenes que se convierte en madres. Aún con el conocimiento que tenemos acerca de los efectos de tener un hijo cuando se es adolescente, el problema persiste y cada año miles de jóvenes viven el proceso de ser madres a una edad muy temprana.
Los efectos de ser madres a tan corta edad han sido muy estudiados y todos coinciden en los resultados tienen efectos adversos en la vida de las madres jóvenes. Tal vez el más importante es que una madre adolescente no continúe en la escuela y con esto las probabilidades de que tengan un trabajo mejor remunerado es mucho menor.
Debido a que la nueva responsabilidad las obliga a abandonar la escuela, las madres jóvenes cambian el rumbo de su vida, aumentando también la probabilidad de vivir en condiciones de pobreza es su vida adulta.
Debido a que las cifras no alcanzan a reflejar las consecuencias en la vida de esas jóvenes, es importante que el tema sea una prioridad de los tres niveles de administración pública, sobre todo en los ayuntamientos y el gobierno estatal que acaban de comenzar funciones.
Debido a que el fenómeno de los embarazos adolescentes es multifactorial, la actuación de los diferentes niveles de gobierno también deben de actuar en diferentes frentes para poder que este fenómeno se pueda controlar y que la vida de miles de jóvenes en nuestro estado pueda tomar un rumbo diferente.
Dado que este fenómeno social puede ser cuantificado, debería de ser una prioridad para los tres niveles de gobierno involucrados en la prevención de embarazos en jóvenes, principalmente por los efectos que tiene en su vida. Ojalá que en seis años podamos ver cifras que reflejen la disminución de este fenómeno.
Twitter: @jesusmenav