Editoriales

Mirador

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

 LOS DESIGNIOS DE DIOS SON INESCRUTABLES

Los del agua son más inescrutables todavía. He aquí que en el Potrero de Ábrego salió el agua de La Cazuela. Salió de repentinamente -así dice don Abundio-, después de más de un año que no se le veía. Esta Cazuela es un rasgón en la falda de la sierra. De cuando en cuando brota de él, inesperado, un buey de agua que muge, feliz, al ver la luz del día. Un hontanal haría yo para festejar esta nueva aparición.

Escribió el rústico poeta: "El Niño Jesús nació en un pesebre. / Donde menos se piensa salta la liebre". Igual de impensado volvió a salir el chorro generoso. "Y en seco, licenciado" -se asombra el viejo aquél, que a sus 87 años no tiene asombros ya. Eso quiere decir que surgió el agua de la tierra sin que antes hubiera caído el agua de los cielos.

Lo dicho: si los designios de Dios son inescrutables, los del agua son aún más inescrutables.

Aunque, ahora que lo pienso, a lo mejor son los mismos designios.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: agua,  LOS, generoso., tiene

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas