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¡Que alguien nos explique!

Pura Intuición

RAFAEL ALARCÓN

Definiendo Corrupción.- Corromper significa dañar, alterar, echar a perder, viciar, pervertir. Cambiar el propósito originario de una cosa, que deviene en algo negativamente considerado por la moral social. Siguiendo ese sentido la definición actual, generalizada entre los expertos en la materia, la corrupción es el uso de la posición y el poder públicos para fines ilegítimos, inmorales, ilegales o diferentes a lo formalmente establecido.

Creemos que para una más exacta definición, se debe tener en cuenta, un sentido laxo de lo que corresponde a lo público. (Estévez, 2005) (Pope, 2000) Pues lo público no necesariamente es una secretaria de gobierno de una nación que debe decidir el destino de los fondos encomendados por su pueblo. Público también es la dirección de un gremio o un sindicato, o el accionar de una empresa de servicios públicos, aunque sea una empresa privada.

Es decir, todas aquellas funciones y estructuras que tienen que ver con lo público y la política. Esto es, el bien común, la cosa pública, sino de "todos", por lo menos de "los muchos".

No hay que olvidar tampoco que la mayoría de las veces en un hecho de corrupción están involucradas personas que no pertenecen al mundo de lo público, sino al mundo privado. Como es la tipología clásica del "cohecho". En cuyo caso esos privados serían corruptores y por lo tanto también susceptibles de derecho penal.

Muchas veces hemos escuchado decir México que el problema de nuestro país es la corrupción y que ésta ha invadido al Estado y a la sociedad. De esta forma, sostienen, se ha conformado un Estado perverso, manejado por una clase política también perversa cuyo objetivo es llenarse los bolsillos y estafar a la sociedad. Sostenemos aquí en cambio, que estas proposiciones nos dejan una imagen distorsionada de la realidad. Una imagen en la que nuestra sociedad, ingenua y pasiva, se encuentra condenada al fracaso debido al mal manejo que de ella hacen un grupo ("los políticos") y a una institución ("el Estado").

Como parásitos que viven y manipulan a nuestra sociedad, esta "clase" política no ha sabido llevar a la sociedad al puerto que merece. De esta manera, con una visión muy conveniente a una sociedad que se victimiza a sí misma, que quiere transferir su culpa, se soluciona el difícil problema que significa comprender la complejidad de la situación argentina en todas sus dimensiones.

Permitiéndonos, por otro lado, volver a la cómoda y calmada resignación de nuestros asuntos privados. Sostenemos aquí que la causa de la corrupción que reina en nuestro sistema no debe buscarse solo en el Estado, sino en la sociedad.

Ante esto yo pregunto ¿qué ha hecho el gobierno para erradicar la corrupción de que se ha descubierto en todos los niveles del gobierno?

Se ha determinado que la ciudadanía no cree en el Sistema Nacional de Anticorrupción La ciudadanía cree que el sistema no cumple sus metas, objetivos ni misión institucional y por tanto ha perdido confianza en el mismo. El sentir de la ciudadanía es que el Sistema Nacional de Control, no ha facilitado el apropiado, oportuno y efectivo ejercicio del control gubernamental.

El Sistema no previene y verificar, mediante la aplicación de principios, sistemas y procedimientos técnicos, la correcta, eficiente y transparente utilización y gestión de los recursos y bienes del Estado. El Sistema no ha contribuido al desarrollo honesto y probo de las funciones y actos de las autoridades, funcionarios y servidores públicos. El Sistema no ha facilitado el cumplimiento de metas y resultados de las instituciones sujetas a control. El Sistema no viene contribuyendo ni orientado el mejoramiento de las actividades y servicios públicos en beneficio de la Nación. En buena cuenta el Sistema no viene cumpliendo su objeto, su razón de ser, su misión. Todo lo anterior ha llevado a que la ciudadanía le pierda confianza.

El problema no se resuelve únicamente con la designación de un sacrosanto o eficaz Secretario el cual vaya a capear la permanente corrupción de las instituciones públicas del país cuando la Contraloría ha demostrado- aparte de ser una entidad eminentemente centralista- su total ineficiencia pues enfrenta solo problemas superficiales mas no de fondo

El planteamiento de la problemática está basado en cuatro pilares que requieren de un cambio explícito y real en su aplicación .Estos son: La legislación respecto al control público se da en el Congreso y este es una representación de los gobiernos de turno, vale decir, un enfoque univoco de Juez y parte; Los atributos del contralor son limitados y esto le da un carácter de falta de autonomía; Los presupuestos son ineficientes y mal direccionados; No se cumple con un control basado en objetivos, resultados y metas.

Se ha comprobado que las estructuras del Sistema han sido orientadas al cumplimiento de aspectos formales, pero no a la efectividad, es decir al logro de metas, objetivos, obtención de resultados concretos que la ciudadanía los entienda y no pierda confianza. El Sistema Nacional Anticorrupción es una reforma inconclusa. Históricamente los ciudadanos no son informados debidamente del funcionamiento de sus instituciones, ni mucho menos de sus deficiencias e irregularidades. En efecto, se generaron muchas expectativas positivas con respecto a la efectividad de la reforma realizada al control gubernamental, mediante la aprobación de una nueva ley.

Es mi intuición que ante estos planteamientos de ineficiencia, corrupción y robo la única salida es aumentar el precio de la gasolina y la inconformidad manifiesta del pueblo al fin es el que paga y mucho cuidado con esto ¿o usted qué opina?

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Escrito en: Pura Intuición Sistema, corrupción, ciudadanía, control

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