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Cuba sin sol

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"La Unión Europea es, objetivamente, un fracaso total." — Marine Le Pen

Francia ha tenido siempre fama de ser liberal o izquierdista. Es el país de la Revolución Francesa y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. De él surgió Thomas Picketty, el economista de moda que afirma que el capitalismo lleva al mundo a una creciente y desastrosa desigualdad por lo que hay que aplicar un impuesto confiscatorio a la riqueza.

En 2012 el socialista François Hollande llegó a la presidencia con la promesa, precisamente, de elevar el impuesto sobre la renta a 75 por ciento, medida que aplicó tras asumir el poder. El impuesto recaudó poco, pero sí ahuyentó capitales y provocó una fuerte desaceleración económica. En 2015 el presidente decidió dejar expirar el impuesto sin hacer mucho ruido y en noviembre de 2016, cuando las encuestas le daban una aprobación de sólo 4 por ciento, la más baja en la historia para un presidente francés, tomó la decisión sin precedente de no presentarse a la reelección.

El ánimo del país ha cambiado de forma radical desde la elección de Hollande. Emmanuel Macron, ejecutivo de Banca Rotschild, calificó en 2012 la propuesta de impuesto de Hollande como un intento de crear una "¡Cuba sin el sol!" Después el propio presidente lo nombró asesor económico y en 2014, tras el desastre del impuesto, ministro de economía. Macron dejó el cargo en agosto para buscar la candidatura presidencial con la declaración: "La honestidad me obliga a decir que ya no soy socialista."

Es difícil, efectivamente, ser socialista en la Francia de hoy. En las encuestas -si valen algo en estos tiempos-el primer lugar de la carrera presidencial que se definirá en abril lo ocupa el conservador François Fillon, seguido de cerca por Marine Le Pen del Frente Nacional de extrema derecha. Macron está en tercer lugar, Jean-Luc Mélenchon del Frente de Izquierda (comunista) en cuarto y sólo en quinto Manuel Valls, exprimer ministro del todavía gobernante Partido Socialista, aunque miembro del ala moderada (social-liberal) del partido.

La posibilidad de que Le Pen pudiera llegar al Palacio del Elíseo era antes tan risible como las oportunidades que se daban a Donald Trump de ser inquilino de la Casa Blanca. Hoy nadie la descarta. Le Pen tiene un programa conservador y nacionalista similar al de Trump, cuyo triunfo consideró: "Una buena noticia para Francia". Sus propuestas incluyen sacar a Francia de la Unión Europea ("Frexit"), dejar de utilizar el euro y reducir la inmigración de manera dramática.

Las circunstancias han favorecido a Le Pen. Los atentados terroristas han fortalecido la idea de que el país ha cometido un grave error al dejar entrar a millones de inmigrantes. El 7.5 por ciento de la población de Francia es musulmana, el mayor porcentaje de Europa fuera de Chipre y Bulgaria (Pew Research). Muchos de los simpatizantes de Le Pen, como los de Trump en Estados Unidos, piensan que la falta de vigor económico de Francia es producto no de los errores del gobierno, como el impuesto de Hollande, sino del libre comercio. Francia tiene un desempleo de 9.5 por ciento, contra 6 por ciento de Alemania o 4.8 por ciento del Reino Unido (The Economist).

El nacionalismo proteccionista y xenófobo está en ascenso en buena parte del mundo. Explica el "Brexit" y a Trump. De vencer también en Francia, llevaría de un golpe a este país de un gobierno socialista que quiso crear una Cuba sin sol, a uno de extrema derecha.

Picketty, paladín de la igualdad, escribe en Le Monde que los candidatos de izquierda comunista, Mélenchon, y extrema derecha, Le Pen, cuestionan ambos "los tratados europeos y el régimen de competencia económica, lo que seduce a muchos de los descartados de la globalización". Una vez más, los extremos se unen.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate impuesto, Francia, país, ciento,

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