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Incertidumbre radical

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"Estamos en un mundo de incertidumbre radical."— Guillermo Ortiz

El Foro Económico Mundial parece a veces un circo de 18 pistas. En cuatro días de actividad formal se realizan cuando menos 400 reuniones oficiales. En los momentos más intensos llega a haber hasta 18 al mismo tiempo. Hay, además, decenas de otras actividades paralelas organizadas por gobiernos, empresas o instituciones distintos del Foro.

Ayer en la mañana, por ejemplo, se llevaba a cabo una reunión acerca del futuro de los grandes negocios con la participación de presidentes de grandes empresas multinacionales. Mientras tanto tenían lugar una docena más de mesas sobre temas tan diversos como el contexto de la seguridad global o cómo prepararse para una vida de 100 años. Los panelistas eran personalidades del más alto nivel.

Un empresario muy importante me explicó una vez que había dejado de asistir a Davos por la imposibilidad de asistir a las reuniones más llamativas. Cuando hay una sesión popular, efectivamente, se llena de inmediato. Eso ocurrió ayer con las presentaciones de Matt Damon y Shakira. De nada sirve ser un potentado. Entran primero quienes reservan tan pronto se abre el sistema o los que se colocan primero en la fila.

Hay otro Davos. Muchos empresarios van al Foro, pero apenas participan en las sesiones. Utilizan la oportunidad para encuentros con socios, rivales o políticos. La mayor utilidad de Davos es que permite encontrarse en unas cuantas horas con personajes de todo el mundo sin realizar decenas de viajes. Davos es el paraíso del networking.

Algunas veces una presentación oficial genera una atención especial. Ayer tocó el turno a Xi Jinping, presidente de China. Nunca antes había asistido al Foro un mandatario chino. El salón de plenos estaba a reventar con más de 2 mil personas. En un momento en que el nuevo gobierno de Estados Unidos se retrae del mundo y se vuelve proteccionista, Xi ofreció una abierta defensa del libre comercio y advirtió que nadie saldrá ganando con una guerra comercial.

El gobierno entrante de Donald Trump no mandó a un representante oficial para no "traicionar" sus raíces populistas. A Davos llegó, sin embargo, un miembro del futuro equipo: Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, un fondo de cobertura, quien apenas el jueves 12 fue nombrado a un cargo en la nueva Casa Blanca. Hope Hicks, vocera de Trump, señaló que Scaramucci, quien había aceptado participar meses antes en el Foro, no asistía con representación oficial. De cualquier manera, Scaramucci estuvo en varias reuniones y aceptó ser citado por los periodistas.

Dijo que el nuevo trato entre Estados Unidos y México se resolverá en unas "intensas negociaciones" entre los dos gobiernos. Citó el libro Art of the Deal del presidente electo para apuntar: "Las dos partes deben sacar algo." Cuando yo le pregunté, sin embargo, qué significaba el nuevo impuesto fronterizo de 35 por ciento, si se aplicaría sólo a México o también a otros países, únicamente a productos manufacturados o a otros también, respondió que simplemente no sabía.

México está sufriendo ya los efectos de lo que Guillermo Ortiz, el ex secretario de hacienda y ex gobernador del Banco de México, describió ayer en otra reunión en Davos como una "incertidumbre radical". El peso se ha depreciado 20 por ciento, las tasas internas de interés han subido, las cancelaciones de proyectos de inversión se multiplican. En este circo de 18 pistas que es el inicio del gobierno de Trump, hay la percepción en Davos de que México es hasta ahora el mayor perdedor.

 REFORMA FISCAL

Para Anthony Scaramucci, la reforma del código fiscal de los Estados Unidos llevará a una fuerte repatriación de capitales y a una oleada de nuevas inversiones productivas. La Unión Americana vivirá una nueva era de prosperidad.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate Davos, gobierno, México, Scaramucci,

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