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Trump no miente

Ventana

JOSÉ CÁRDENAS

Al nuevo presidente de Estados Unidos hay que creerle...

"El perfil psicológico del nuevo gobernante corresponde al de un individuo de personalidad trastornada; un narcisista, egocéntrico y megalómano, no miente; está convencido de que el único camino es el suyo, porque no le importan los otros, ni lo otro, nada detiene su obsesión", comenta el psiquiatra, académico y político, Juan Ramón de la Fuente.

El exrector de la UNAM, dice además que apostar a la persuasión, a la simpatía, al acercamiento personal del presidente Peña, para hacerlo cambiar de opinión, es por lo menos ingenuo. "Un jefe de Estado autócrata, impulsivo, imprudente, impredecible es muy peligroso".

Quien opine que Trump, ya en el poder, bajará el volumen a sus amenazas y arrebatos, se equivoca. Sólo hemos visto sólo el inicio de la inminente embestida del piscópata mandamás del gran imperio. La relación se nos va a ir complicando.

¿Cómo lidiar con esta nueva realidad que amenaza llevarnos a la dimensión desconocida?

La sola voluntad del gobierno -devaluado- no basta.

México debe enfocar el problema de Trump desde una perspectiva de Estado; un planteamiento integral y completo. Es necesaria una gran convocatoria nacional a la élite de las ideas: legisladores, partidos, empresarios, académicos, colectivos sociales, trabajadores y mexicanos radicados en Estados Unidos para plantear una estrategia de fondo, ante la inminente era de incertidumbre que pronostica tormenta y desastre.

Sólo queda desplegar nuestros mejores argumentos económicos, políticos, sociales, culturales, y una estrategia compleja para establecer una relación digna con quien nos aborrece.

En diciembre pasado, el empresario Carlos Slim -el único mexicano que se ha entrevistado con el presidente electo de Estados Unidos- le planteó la necesidad de un muro. ¿Cómo construirlo? Apoyando la generación de fuentes de trabajo suficientes y adecuadas, para que los mexicanos de acá no migren para allá. Fortalecer el mercado interno sería un muro inteligente, le dijo Slim a Trump.

El planteamiento es sensato y viable; difícil creer que Trump lo haya escuchado del todo, a lo mejor ni siquiera un poquito, pero algo puede haber quedado.

El miedo a Trump ha paralizado potenciales inyecciones de dinero. Basten como ejemplos el acoso y extorsión a empresas con intereses en México, lo cual deja claro que la pesadilla es una realidad. Carrier, Ford, Fiat-Chrysler y ahora General Motors -y contando-, han doblado las manos ante la amenaza de impuestos draconianos si insisten en mantener parte de su planta productiva en tierra mexicana.

Analistas financieros han reducido el pronóstico de inversión extranjera directa a 25 mil millones de dólares para 2017, 8 mil millones menos al estimado original.

Con el ánimo social encendido, la popularidad presidencial por los suelos, la clase política despreciada como nunca, la cúpula empresarial dividida y desconfiada, en el preámbulo de la lucha electoral por 2018, estamos al borde de un abismo.

Peor, imposible.

EL MONJE DESANIMADO

Ablandar a Trump se antoja una utopía. ¿La solución práctica para enfrentarlo deambula entre la magia y un milagro? Mañana será un viernes negro...

@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com

Escrito en: Ventana Trump, Estados, presidente, amenaza

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