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Algo extraño pasa en el Hospital 450

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Algo extraño pasa en el Hospital 450

Algo extraño pasa en el Hospital 450

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

El Hospital 450 fue durante muchos años la obra más esperada en el sector salud de la entidad. Al principio se planteó que sería un nosocomio de tercer nivel lo cual vendría a solucionar un enorme problema para cientos de personas que, aquejados por alguna enfermedad, tenían que irse a otro estado para buscar la atención médica especializada que sólo hay en las grandes urbes.

La construcción de este hospital tuvo un lapso de casi diez años e implicó una inversión de alrededor de mil 500 millones de pesos, de los cuales 650 fueron aportados por el Gobierno Federal en diferentes sexenios. Durante este periodo, también surgió polémica respecto al supuesto desvío de recursos, señalada en ese entonces por algunos actores políticos de oposición.

Pues bien, después de una década de espera, los duranguenses vimos que entró en funciones en el 2014 pero con la triste noticia de que no sería de tercer nivel, sino de Alta Especialidad pero ya a esas alturas, lo que se quería era que entrara en operación.

En fin, el Hospital 450 ha ido poco a poco tomando ritmo y con grandes aciertos como lo es la primera operación a corazón abierto de un pequeño de siete años que padece de leucemia, hecho que merece toda clase de felicitaciones. Sin embargo, existen ciertos detalles que han llamado la atención entre algunos usuarios que han permanecido allí durante varias semanas.

Hay algunas prácticas que al parecer son regulares y despiertan sospechas. Por ejemplo, en caso de que el paciente requiera una operación que amerite instrumentos de traumatología, el médico en turno aprovecha para recomendar a ciertos proveedores. Después, "milagrosamente" aparecen éstos en las habitaciones y hostigan a las personas para que les compren lo que el doctor les ha dicho que necesitan. Otro ejemplo: si el paciente no come bien, los nutriólogos le dicen a los familiares que se requiere le brinden un suplemento alimenticio. Por supuesto, la gente acepta y resulta que momentos después llegan los proveedores a entregarlo afuera del Hospital.

El hecho de que las enfermeras acepten "propinas" es hasta cierto punto válido, si el paciente le quiere dar ese apoyo de corazón. Lo incorrecto es que esa gratificación defina la atención que le dan al enfermo porque ciertamente habrá quien no tenga dinero para gozar de ciertos beneficios. Tener a un ser querido enfermo y hospitalizado genera un alto grado de estrés entre las personas, lo cual los pone en un estado de vulnerabilidad que no debe ser aprovechado bajo ninguna circunstancia para hacer negocio en tan "extrañas" condiciones.

El Hospital sólo otorga parte del medicamento que necesitan los pacientes internados, esto implica que los familiares surtan la mayor parte de las recetas en farmacias particulares y por ende, un gasto muy oneroso que cimbra las finanzas del hogar.

Con el cansancio y el estado de ánimo por los suelos, sin duda varios de los familiares de los pacientes ceden a la presión de los proveedores, que al parecer tienen acceso libre por el Hospital. ¿De qué privilegios gozan?

Es de suponerse que los directivos del nosocomio saben de esta situación por lo que sería recomendable que pongan orden y vean por el bienestar de la población.Quizás son actividades permitidas en el pasado pero en el presente ya no deberían estar vigentes. Todos tenemos derecho a buscar fuentes alternas de ingresos dentro de lo legal y sin dañar a terceros ¿O no?

Twitter: @citlazoe

Escrito en: Nota al margen Hospital, familiares, atención, estado

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