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Necesidad de un diálogo

Pura Intuición

RAFAEL ALARCÓN

Ante la situación y la crisis de México ante el nuevo gobierno de los Estados Unidos creo que es necesario precisar que México y todos sabíamos que el presidente de los Estados Unidos es y será un empresario que es frío y que tomará decisiones como tal y que la relación ante México será como tal y que tendrá que ser un diálogo de empresario ante un gobierno plagado de políticos.

El empresario verá siempre la realidad como tal como su visión será la de resultados del ejercicio de sus negocios y el gobierno será un negocio que deberá dar resultados porque así es su cultura directiva y en México verá su realidad como política es decir ajustará su realidad de acuerdo al momento político de un grupo o de un partido y no por el bien común, aunque el solo la vea y el resto del país lo vea diferente por eso el índice de popularidad tan bajo.

Es necesario un diálogo. ¿Cómo podrán entender el diálogo el empresario y el político? Concebimos al Diálogo como un proceso de generación de sentido y de construcción de significados comunes entre actores individuales y colectivos. David Bohm define al Diálogo como "una corriente de significado que fluye entre, dentro y a través de los [actores] implicados y este significado compartido es el aglutinante, el cemento que sostiene los vínculos entre las personas y las sociedades. El diálogo, dice también: "proviene de la palabra diálogos cuyo prefijo , no significa dos sino ".El Diálogo, entonces, es el resultado de un proceso de cooperación y de trabajo conjunto para construir un significado común a los interlocutores.

En este proceso de comunicación, cabe destacar la importancia asignada a la construcción interpersonal y colectiva de significados comunes que hacen posible la materialidad del Diálogo; más allá de la recta intencionalidad, reclamada por algún discurso ingenuo de la política, como condición suficiente para asegurar la confiabilidad del "buen diálogo".

El Diálogo no es un ejercicio contemplativo sino generativo; en consecuencia, existe diálogo cuando ese significado compartido logra transformar el pensamiento colectivo. "el diálogo busca penetrar en el proceso de pensamiento y transformar el proceso del pensamiento colectivo. En consecuencia, el objetivo no es dialogar en el sentido de intercambio de información, sino transformar a través del diálogo; es decir, de la construcción de nuevos significados que integren expectativas diferentes y aun contradictorias. Tal es el desafío que aparece en la superficie del proceso del diálogo en nuestra sociedad.

Dice David Bohm: "el diálogo no está vinculado a la verdad sino al significado y éste no es resultado de una opción individual sino de una construcción social. No es otra cosa el fundamento de la cultura cuando aludimos a ella como el espacio del significado construido en torno a valores y creencias que obran como referencia de la dinámica social. Toda organización social es, de modo directo, la expresión de un significado compartido y cuando éste se diluye, tenemos una sociedad vaciada de sentido con instituciones huérfanas de significado y con la violencia como mecanismo privilegiado para la realización de la voluntad individual o colectiva.

El pensamiento de Johan Galtung, por su parte, acreditando una larga experiencia como investigador del conflicto y de los procesos de pacificación, resulta esclarecedor, cuando señala: "en las sociedades caracterizadas por redes complejas de intereses en conflicto, el desafío no está en evitar el conflicto sino en su "transformación, generando estructuras sociales transformadas y el diálogo es [precisamente] el proceso"

Un aspecto fundamental a ser explicitado es el propósito del diálogo como estrategia explícita y sistemática que busca generar consensos fundamentales para fortalecer las perspectivas de la convivencia social. Ahora bien, dicha estrategia se inscribe necesariamente en un contexto histórico determinado, con características propias que habrán de definir los niveles posibles al proceso del diálogo. Aparecen entonces, los aspectos funcionales y disfuncionales del diálogo; en efecto, si el diálogo es una herramienta para el cambio, para acompasar los procesos de transformación, es también una plataforma de realización de los valores para la convivencia social y no sólo de intereses particulares.

Con ello, me refiero al diálogo como herramienta de cambio y de formación de consensos básicos que hagan posible otro equilibrio de poder en la sociedad, abriendo nuevos canales de acceso y de participación a la ciudadanía social. El diálogo, principalmente, en su capacidad para promover el cambio y transformación de las estructuras socio-económicas.

Con base en estas expectativas, el diálogo así concebido, tiende a configurarse como un espacio de contención, un ámbito generador de nuevos significados compartidos, sobre la base de una pluralidad de ideas y creencias, entre todos los actores sociales. Con este propósito, resulta indispensable reconocer la problemática que se plantea a partir de las nuevas realidades y condiciones sociales, en cuanto determinan la marginación y la exclusión, alejando cada vez más, las posibilidades para el desarrollo de una ciudadanía plena. En este escenario, el diálogo es desafiado en su potencialidad de transformación y en su carácter de generador de racionalidad y de organizador de consensos en la sociedad a partir de los actores que intervienen.

En esta perspectiva es mi INTUICION que es momento de que nuestros políticos dejen de ser populistas y que se dé un diálogo constructivo y de soluciones que reporten solución a la crisis de intereses nacionales entre México y Estados Unidos sino no creo que se repita la historia que David logre vencer a Goliat ¿o usted qué opina?

Escrito en: Pura Intuición diálogo, significado, proceso, sino

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