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Unidad Nacional

Pura Intuición

RAFAEL ALARCÓN

Sin duda los signos más claros de inconformidad y desencanto nacional ha sucedido una ola de unidad nacional ante los embates del nuevo gobierno de los Estados Unidos sobre los aspectos económicos, migración y otros que a través de las órdenes ejecutivas el presidente de los Estados Unidos ha hecho realidad sus promesas de campaña.

La única salvedad es que solo el congreso americano será la entidad legal que puede detener los embates a nuestro país. Surge una ola que convoca la unidad nacional por parte de México entorno a una figura presidencial muy pobre ante la población de México.

Según escriben Mario Sanoja la nación más que una estructura es un proceso de integración cuyo origen y desarrollo se gesta a lo largo de la historia de los pueblos; si bien la concreción de este proceso se da bajo condiciones históricas y materiales que son contingentes y originales.

En efecto, las naciones son el resultado de la conjunción de múltiples factores objetivos (económicos, sociales, étnicos, culturales, tecnológicos, institucionales) y subjetivos (identitarios, de pertenencia, etc.) cuyo grado y patrón de organización están determinados por el grado de desarrollo de la reproducción social. Así, podemos observar a lo largo de la historia de la humanidad una serie de estructuras socio-políticas que van desde la organización gentilicia, pasando por reinos, imperios, ciudades estados, protectorados, hasta llegar al sistema más complejo de Estados-nación actualmente dominante.

Siguiendo esa idea, se puede decir que la concreción del Estado-nación moderno pertenece a un período específico y relativamente reciente desde el punto de visto histórico. Esencialmente, la formación del Estado nacional moderno se fundamentó en tres elementos concretos preexistentes: a) el Mercado: como mecanismo y escenario para la realización de las actividades de intercambio comercial y financiero. b) el Estado: como la institución encargada de organizar y regular las actividades generales de un país y, c) las Naciones: constituidas por los pueblos y nacionalidades que habitan en un espacio territorial/cultural delimitado.

Sintéticamente, podemos comenzar por recordar que la producción para el mercado existía ya bajo el régimen esclavista y bajo el feudalismo. Esta producción de los pequeños artesanos y campesinos, basada en la propiedad y en el trabajo personal, y que crea productos destinados al cambio, llamada producción mercantil simple, se realizaba por medio de mercados locales y temporales. Más tarde, el incremento de la producción artesanal y agrícola, el desarrollo de la división social del trabajo entre la ciudad y el campo, así como los avances en la vialidad y el transporte vinieron a reforzar los nexos económicos entre las distintas regiones dentro de cada país, contribuyendo decisivamente a la formación del mercado nacional.

Pero el fraccionamiento político propio del feudalismo representaba un gran obstáculo para el desarrollo de la producción mercantil y el comercio. Las exigencias de éste y del progreso económico de la sociedad en general imponían la necesidad de acabar con el fraccionamiento feudal. Por eso la naciente burguesía urbana estaba interesada en la desaparición de las barreras feudales y era partidaria de la creación de un Estado centralizado.

Entonces, tanto la burguesía emergente como los reyes se unieron para asestar golpes decisivos a la nobleza feudal y reforzar con ello su propia dominación. Para esto se constituyeron grandes Estados bajo la forma de Estados nacionales, los cuales facilitaron el desarrollo de las relaciones capitalistas. De tal manera que la formación del mercado nacional sentó, a su vez, las premisas económicas para la centralización del Poder del Estado. La existencia de un Estado nacional centralizado tenía la doble función de asegurar la integración y el control internos y, al mismo tiempo, salir victoriosa de la competencia con la burguesía de otras nacionalidades.

En este proceso de imposición del capitalismo y la consiguiente conformación de estados burocráticos centralizados se transformaron las relaciones socioeconómicas y las estructuras de dominación. Desde luego, tanto a la imposición de este tipo de economía como a la hegemonía de la burguesía y los estados capitalistas de Europa occidental contribuyeron también en gran medida las políticas colonialistas, el comercio y, posteriormente, la formación del mercado mundial.

Ahora bien, el origen de las naciones no sólo obedece a razones de índole económica, pues otro factor que contribuyó a su formación fue la existencia de nacionalidades o pueblos con características particulares pero predominantes de cultura, raza, lengua, historia y sentimientos de pertenencia e identidad comunes, que se establecieron definitivamente en un territorio determinado: lo que A. D. Smith (1997) denomina ethnie dominante.

Me queda claro que en nuestro país no hemos forjado una clara identidad fruto de una manipulación constante que durante muchos años el gobierno en turno ha querido manejar la realidad de nuestro país a su manera la vida económica, la vida social, y la vida política o bien a sus intereses partidistas.

Hoy en día con un alto grado de impunidad, con una sociedad basada en la corrupción, inseguridad y una vida económica sin apoyo veo muy difícil lograr una identidad nacional por la falta de credibilidad del ciudadano en las instituciones que siempre han estado al servicio de grupos de poder y que se manifiesta en el descontento social por eso el político lucha por satisfacer el descontento social y no en administrar el recurso público para el bienestar de la sociedad.

Es mi intuición que aunque la realidad económica nacional implicaba incremento en el precio de la gasolina en este mes, no se hace por temor al descontento social muestra inequívoca que nuestra administración está muy mal o tiene temor, o si sí pudiese disminuir no se hace porque la finanzas públicas no lo permite en fin en última instancia el pueblo paga y así me piden unidad nacional. La unidad es fruto del bienestar social ¿o usted qué opina?

Escrito en: Pura Intuición nacional, desarrollo, formación, social

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