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Todos traen su PRI

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VÍCTOR MONTENEGRO

Tras la elección local del año pasado, las secuelas al interior del PRI en Durango por la derrota siguen manteniendo un ambiente de abierta fractura. Tal parece que cada grupo trae su propio libro de cuál es la vía para sacar avante un partido fortalecido, sin embargo el único mensaje que se sigue enviando hacia el exterior es el de un instituto que otrora poderoso, hasta hoy continúa transitando por el camino del desgaste.

Los primeros embates entre grupos se concentraron específicamente en la infructuosa búsqueda de culpables por haber perdido la gubernatura. El no concebir que una sociedad cansada de su forma de gobernar fue la principal causa, los llevó a emprender toda una campaña en contra de algunos ex gobernadores, que según aseguran operaron a favor de quien hoy es el nuevo gobernador del Estado.

El primero en caer fue José Ramírez Gamero. En un acto inédito para la historia política de Durango, con una primera embestida a la poderosa Confederación de Trabajadores de México le cimbraron sus cimientos con la amenaza de destituir a su eterno dirigente, el ex gobernador, para poner en su lugar a Ricardo Pacheco Rodríguez, cetemista, pero un perfil afín al ex mandatario, Jorge Herrera Caldera. Finalmente fue lo que ocurrió.

Acostumbrado a presionar para mantener sus espacios de poder, Ramírez Gamero hasta entonces era el personaje político en la entidad que menos embates había recibido por parte de la militancia tricolor, por el contrario, durante los dos pasados sexenios siempre se mostró implacable al cuestionar las decisiones de su partido, el Revolucionario Institucional. Eran comunes sus posicionamientos duros contra las designaciones de ciertos candidatos e incluso hacia dirigentes tricolor en turno, el último de ellos, Esteban Villegas.

Aun cuando sus presiones se enfocaban en mantener posiciones políticas para los cuadros de la central obrera, las réplicas hacia sus posturas iniciaban siempre con un débil tono de desacuerdo, pero al final eran rematadas con claros mensajes de respeto hacia su figura, con lo que al final el antiguamente máximo líder cetemista salió siempre victorioso en sus desafíos, hasta que se perdió la gubernatura.

Luego del triunfo opositor al régimen el pasado 5 de junio del 2016, las fotografías que se publicaron en redes sociales donde apareció el ex gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, con el hoy gobernador, José Rosas Aispuro Torres, atizaron más la hoguera y desataron el cólera principalmente en el grupo herrerista, pero no se había ejecutado una acción en contra del ex mandatario, hasta apenas hace unos días.

La destitución de su hijo, Rodolfo Guerrero García, de la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor, fue el manotazo certero hacia el ex gobernador de Durango por parte del grupo ofendido, que si bien en la entidad quedó limitado de poder, sin lugar a dudas sigue ejerciendo algo de influencia a nivel nacional.

Por su parte Maximiliano Silerio Esparza, otro ex gobernador, tras el triunfo de Aispuro en su memento dio declaraciones en las que refería ver con buenos ojos al oriundo de Tamazula, incluso aludió que éste había crecido políticamente en su sexenio. Esto le costó también el repudio y señalamiento por parte de los impulsores del proyecto transexenal, barco al que se subió además el polémico Pedro Ávila Nevárez.

En respuesta el conocido líder popular está siendo enjuiciado ante la Comisión de Justicia Partidaria del Partido Revolucionario Institucional, acusado de difamación por el hijo de Silerio, el diputado local Maximiliano Silerio Díaz, quien luego de los rumores confirmó que con fundamento en el artículo 44 de los estatutos del PRI, presentó formal acusación contra Pedro Ávila tanto a la comisión local como a la nacional.

Finalmente, mientras que sigue la reyerta y el reparto de culpabilidades al interior del tricolor rumbo a la renovación de la dirigencia estatal, el grupo de la Laguna que representa la alcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale, sigue permeando como el de mayor posibilidad de quedarse con el Comité Directivo Estatal del PRI.

EN LA BALANZA.- El próximo lunes es la elección para renovar la dirigencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Durango. Las dos planillas, Movimiento Empresarial y Unidad 2017, se han lanzado serios cuestionamientos en el tenor de que ambos grupos han sido beneficiados con obra pública en los pasados sexenios. Lo que más le afecta a Miguel Ángel Mojica, quien encabeza la primera planilla en mención, es su amistad con el ingeniero Tomás Flores Rangel, que aunque asegura no estar trabajando con él en campaña, de cualquier forma le desgasta pues de triste memoria para los duranguenses resulta este personaje, plenamente identificado con los intereses de los gobiernos priistas anteriores, quien además durante ese periodo se enriqueció gracias a la asignación de obra pública. Con Jorge Herrera Caldera contrató obra por cerca de 1, 460 millones de pesos, y ya ni se diga lo que nos costó el hospital 450, obra también de Tomás Flores. Aunque no a tal dimensión, Mojica también ha conseguido buenos contratos con los anteriores gobiernos, mismos que le generaron hasta 43 millones de pesos en un periodo de 4 años.

Twitter: @Vic_Montenegro

Escrito en: Contrapesos hacia, quien, grupo, sigue

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