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Antibióticos: Humanos contra humanos

ARNOLDO KRAUS

 S I Fleming regresase a la Tierra unos días, se sorprendería de los avances logrados por sus congéneres y se deprimiría por las torpezas de los mismos. Como se sabe, Alexander Fleming (1881-1955) descubrió la penicilina en 1928, aunque no fue sino hasta la década de los cuarenta cuando empezó a usarse "en forma". Debido a su hallazgo, se le otorgó, junto con Ernst Boris Chain y Howad Walter Florey, el Premio Nobel de Medicina (1945). En su época, la penicilina, en pequeñas dosis, curaba diversas infecciones. Lo mismo sucedía con los nuevos antibióticos disponibles en las décadas siguientes. Hoy todo ha cambiado.

Como en tantos rubros, la suma de acciones inadecuadas, como son mal prescribir o prescribir antibióticos en forma incorrecta y en exceso, ha devenido problemas serios. Las bacterias, per se, siempre molestas y peligrosas, se han convertido en una verdadera amenaza para la humanidad. Esa peligrosa modificación tiene dos orígenes y un "agregado": pobreza e infecciones son fenómenos simbióticos; se calcula que más de 30 mil mujeres y 400 mil recién nacidos fallecen cada año por infecciones perinatales. En países ricos la mortalidad materno-infantil es muy rara.

Los dos orígenes por los cuáles nos amenazan las bacterias son, primero, fenómenos evolutivos de las bacterias y, segundo, el mal uso y sobreuso de antibióticos. Los fenómenos evolutivos son normales: al cambiar la estructura interna de la bacteria, ésta se hace resistente, mientras que el uso inadecuado de antibióticos es responsabilidad humana; en Estados Unidos, casi la mitad de las prescripciones son inadecuadas o innecesarias. El embrollo es muy serio, primero, y ante todo, por el número de muertos; después, por motivos económicos. Unos números para ilustrar el problema.

1. Cada año fallecen entre 700 mil y 800 mil personas por infecciones resistentes. 2. En 2013 en India murieron 58 mil recién nacidos por infecciones resistentes a los antibióticos. 3. Se calcula que en hospitales grandes, donde se atienden problemas más graves, 40% de las infecciones en recién nacidos son resistentes a tratamientos estándares. 4. De no modificarse el mal uso de antibióticos, a partir del año 2050 podrían morir diez millones de personas cada año por infecciones otrora tratables. 5. Se estima que los costos secundarios a las muertes por infecciones resistentes podrían ser de cien mil millones de dólares en los próximos 35 años. 6. Debido a bacterias multirresistentes, en Europa mueren cada año 25 mil personas, y en Estados Unidos corren la misma suerte 23 mil.

Otros tópicos merecen unas líneas. El más ingente, como siempre, y el menos atendido, como siempre, es el de las enfermedades de la pobreza. En África, y en algunas comunidades latinoamericanas, mueren más niños por falta de acceso a antibióticos que por la presencia de bacterias resistentes. No son pocos los que pierden la vida por neumonías o diarreas bacterianas; en naciones ricas es infrecuente contabilizar decesos por esas patologías.

Crucial es también discutir el uso de antibióticos sin restricciones, y sin un análisis adecuado en rubros como ganadería y pesca para mejorar la producción. El beneficio económico presente priva sobre los posibles perjuicios futuros. En la actualidad, setenta por ciento de la producción mundial de antibióticos se utiliza en animales y treinta por ciento en seres humanos. Diversas voces han cuestionado esa práctica.

La resistencia bacteriana y de otros microorganismos a los antibióticos es multifactorial. Debido a su gravedad, en Europa, el 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el uso Prudente de los Antibióticos. Así como hay días dedicados al agua, a refugiados, a evitar la violencia contra la mujer, ahora, al menos en Europa, se insta a la población, incluyendo a los médicos, a utilizar y prescribir antibióticos en forma correcta. Los enfermos, en cualquier latitud, suelen solicitar de sus médicos antibióticos para menesteres que no los requieren (gripas, la mayoría de las diarreas, tos). En México no hay casa de clase media o alta que no tenga "su guardadito" de antibióticos, los cuales son prescritos a la menor provocación por algún familiar. Recetar antibióticos en exceso, en forma inadecuada, o no finalizar el tratamiento puede convertirse en una enfermedad muy costosa: lo saben los infectólogos y las bacterias multirresistentes.

Problemas de salud y economía caminan de la mano. El mundo no necesita nuevas enfermedades; bastan el Sida, el Ébola, el virus del Zika. La contumacia del ser humano es infinita. Lo dijo Plauto: Homo homini lupus (el hombre es el lobo del hombre). Lo saben las bacterias multirresistentes. Lo sabe la pobreza.

Notas insomnes. Urge generar conciencia en cuanto al uso de antibióticos. El problema compete al sector salud, a los médicos, a la población y a los políticos.

Escrito en: antibióticos, infecciones, bacterias, cada

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