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Partido cascarón

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"El PRD se está quedando como un partido cascarón."— Leticia Calzada

La desbandada del PRD continúa. Leticia Quezada renunció a la Subsecretaría de Asuntos Metropolitanos y Enlace Gubernamental del gobierno capitalino después de participar en un acto político de Andrés Manuel López Obrador. Miguel Torruco dejó con anterioridad la Secretaría de Turismo también por apoyar al tabasqueño. Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD, está respaldando la candidatura presidencial de López Obrador sin abandonar el partido. La directiva del PRD, presidida por Alejandra Barrales, no ha podido detener la hemorragia.

El hecho de que López Obrador y Morena se encuentran en primer lugar en las encuestas para la elección presidencial de 2018 ha sido un factor importante. Los políticos tienen una aspiración natural para llegar al poder y en este momento Morena es un vehículo con mayores posibilidades de alcanzar este destino que el PRD, que se ha desplomado al cuarto lugar en las encuestas.

El desencanto con el PRD tiene varias fuentes. Una de ellas es la simple ausencia de López Obrador, quien obtuvo grandes resultados para el partido cuando lo presidió, de 1996 a 1999, y después como candidato presidencial en 2006 y 2012. Pero las decisiones del PRD de apoyar el Pacto por México del presidente Enrique Peña Nieto y de hacer alianzas electorales con el PAN desdibujaron la imagen del PRD como partido de izquierda.

Las razones de que López Obrador se encuentre en primer lugar de las encuestas son también varias. El tabasqueño ha sido un político muy popular entre los electores de izquierda desde hace muchos años. Habla con un lenguaje claro y populista. Lleva años en campaña y ha usado los tiempos de medios de su partido, Morena, para su promoción personal. En la actualidad está ofreciendo ya promesas de campaña presidencial, pese a que lo prohíbe la ley, como duplicar las pensiones de los adultos mayores y echar para atrás la reforma energética.

Durante un tiempo pareció que el voto de la izquierda se dividiría entre el PRD y Morena. El primero buscaba representar una izquierda razonable, socialdemócrata, moderna, dispuesta a lograr acuerdos con otros grupos políticos como ocurrió con el Pacto por México o con el PAN en las alianzas electorales. La izquierda más radical, la que rechaza cualquier acuerdo con los partidos que han gobernado el país, que acusa al PRIAN de todos los males del país, la de López Obrador, debía luchar por la otra parte del voto de izquierda. Esta división era, por supuesto, motivo de celebración de los partidos rivales.

Hoy Morena y López Obrador atraen cada vez mayores simpatías de todas las izquierdas. Alejandra Barrales, la actual presidenta del PRD, es una figura más radical que los últimos presidentes del partido, pero no tiene la capacidad para detener la desbandada. La posible candidatura presidencial de Miguel Ángel Mancera, quien fue postulado por el PRD a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México pero sigue siendo independiente, había generado la posibilidad de un candidato que unificara a los perredistas, pero la opción no ha evitado el desmoronamiento del partido.

Por lo pronto el PRD realizará el próximo viernes una reunión de su consejo nacional para definir las bases de renovación de su dirigencia. Mientras tanto, se le viene ya encima la gran prueba electoral en el estado de México. El hecho de que el PRD no haya podido hasta ahora sacar a un candidato con respaldo mayoritario es síntoma de un mal profundo.

Le tocó ser secretario de hacienda en uno de los momentos más complicados del país. Mis diferencias con Jesús-Silva Herzog Flores fueron muchas. Mi afecto por él no tuvo límites.

@SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate López, Obrador, izquierda, PRD,

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