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¿Quiénes están lastimando más al cambio y la alternancia?

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¿Quiénes están lastimando  más al cambio y la alternancia?

¿Quiénes están lastimando más al cambio y la alternancia?

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

En marzo se cumplieron seis meses de trabajo del gobierno estatal y las 39 presidencias municipales, pero también es el primer semestre de trabajo de la actual Legislatura local y de las nuevas autoridades que representan al Poder Judicial.

Entre el 1 y el 15 de septiembre todas las estructuras de poder en Durango se renovaron de un solo golpe y bajo la tutela política de nuevos personajes, bueno algunos no tan nuevos, pero al menos provenientes de partidos políticos diferentes al PRI.

La llamada alternancia llegó por fin y cumple apenas un semestre en el poder, sin embargo, actores y factores externos y sobre todo internos, parecen empecinados en hacer que sufra sus primeros fracasos este nuevo sistema político en la entidad.

El rostro que encabeza el movimiento del cambio político es sin duda José Aispuro Torres, actual Gobernador de Durango, y quien buscó ese espacio durante los últimos 12 años hasta que el 5 de junio de 2017 la ciudadanía le dio por fin el voto de confianza necesario.

No obstante, varios factores han jugado en contra de que sea mayor y más efectivo el lucimiento de resultados del sexenio. Veamos:

1.- El factor económico. Los recursos han sido insuficientes, el presupuesto de por sí es limitado, la Federación aplicó severos recortes y los ingresos propios se vieron afectado por las medidas que autorizaron el Ejecutivo y el Congreso local, como la ampliación de plazo de descuentos del 15% en Refrendo hasta junio, la eliminación del Replaqueo, por citar algunos ejemplos.

2.- El factor político. Los brazos de interlocución y los puentes de comunicación que ofrece el actual sexenio, o están ocupados en mil tareas, o la realidad los está rebasando en ocasiones, pues los episodios de protesta pública que tienen rostro de chantaje y presión hacia las autoridades se han hecho más frecuentes y es muy probable que eso acuse falta de operación y diálogo.

3.- El factor equipo. Las muestras de diferencias internas y externas entre quienes promovieron el voto por la alternancia, están creciendo a tal grado que ya muestra rasgos preocupantes.

Es una percepción pública la existencia de pleitos entre los equipos del Estado y el Municipio de Durango, aunado a los problemas de golpeteo que un día sí y otro también se ventilan en medios y redes sociales entre integrantes del staff estatal.

4.- El factor exterior. La política migratoria y económica del nuevo gobierno de Estados Unidos con Donald Trump a la cabeza, como ya lo hemos dicho en otras ocasiones, está generando al Ejecutivo Estatal la necesidad de atender la agenda de los migrantes como asunto prioritario desde hace meses.

Y no es que esto sea malo en sí, sino que en condiciones normales el comportamiento del gobierno estadounidense no obligaría a las autoridades mexicanas y duranguenses a mirar la cuestión migratoria y la relación con EU como un problema de urgente atención, sino como un gesto valioso de diálogo y acercamiento con esa comunidad.

5.- El factor social. Aunque no es grave aún, ya amerita reflexión la existencia de problemas al interior de la Cámara de la Construcción, los pleitos entre panistas, las diferencias de los priistas, los conflictos un poco más discretos pero existentes entre los perredistas, las luchas entre Alianza y CTM por las rutas del transporte...

Ello, solo por citar algunas plataformas de división que se vive en distintos sectores de la sociedad, las cuales por supuesto que no abonan a construir una de las principales ofertas de la campaña pasada: construir un Durango unido.

6.- El factor del aprendizaje. Es entendible que todo inicio de gobierno tiene una curva de aprendizaje. Aún más entendible que este proceso suceda entre personajes que por primera vez ocupan los espacios más importantes de la toma de decisiones en el poder público, y por ende hacen a un lado la maquinaria priista que durante décadas se mantenía en el poder.

7.- El factor electoral. Lamentablemente para los duranguenses, y de paso en perjuicio de las administraciones gubernamentales del Estado y los Municipios, el calendario electoral viene a jugar en contra del avance de su desempeño y la generación de resultados.

Lo anterior, ya que el próximo año hay elecciones para renovar casi todo: Presidente del país, senadores, diputados federales y diputados locales, situación que entrampa muchas cosas y que seguramente ya se percibe en el ambiente de cada cosa que ocurre en Durango, pues las elecciones concurrentes serán el próximo año, pero los acomodos previos en cada partido suceden desde ahora.

8.- El factor de la expectativa. En los últimos días he leído comentarios de gente de la sociedad civil que se dice decepcionada, molesta o traicionada de algún modo de lo que esperaba de este sexenio.

Siento que muchos de esos comentarios son demasiado exigentes, e incluso poco racionales, ya que en tan solo seis meses se espera que de buenas a primeras todo lo malo de Durango haya cambiado, y eso, queridos amigos, difícilmente ocurrirá como si fuera un acto de magia.

9.- El factor de la comunicación. Estoy convencido de que un segmento social que alentó y ayudó siendo eco de la sociedad para lograr la alternancia en Durango es la prensa, los medios de comunicación, reporteros, analistas, tuiteros e incluso los famosos troles.

Todos de algún modo abonaron a que el hartazgo del pasado hiciera urgente un cambio, sin embargo, en este mismo segmento hoy no escucho ni leo, ni veo los comentarios que debieran respaldar a la alternancia, puesto que la mayoría de la gente en este renglón alega desatención.

Durango no es una isla ni es el único estado mexicano que compite por salir adelante, generar empleos, atraer inversiones, activar el turismo o resolver sus problemática social.

De ahí la importancia de que estos factores de riesgo sean parte de la agenda prioritaria de atención del Gobierno del Estado, ciertamente sin dejar de ver el pasado para corregir y sancionar lo que se haya hecho mal, pero pensando sobre todo en el presente, y sobre todo en el futuro.

Supongamos que Durango es un vehículo y que el conductor debe dirigir este vehículo mirando como lo marcan las reglas de conducción: al frente casi siempre, espejeando a los lados por precaución y mirando el retrovisor solo para ver detalles del camino recorrido.

Pues si solo se condujera viendo hacia atrás, por el retrovisor, probablemente el vehículo no llegue al destino que se espera, con la visión que se planeó ni en la ruta que se trazó. ¿No creen?

Escrito en: ComuniK2 factor, solo, Durango, gobierno

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