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Un 'Mirrey' llegó al Gobierno Municipal

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Un 'Mirrey' llegó al Gobierno Municipal

Un 'Mirrey' llegó al Gobierno Municipal

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

El Alcalde José Ramón Enríquez Herrera creó recientemente la Jefatura de la Oficina del Presidente Municipal, primera gran sorpresa para su staff, pues la segunda fue nombrar en ese cargo a Alejandro Castro Ramírez, un priista de muchos años que en diversas ocasiones ha sido criticado por su estilo de vida envuelto entre lo frívolo y la suntuosidad.

Quienes no aceptan su repentina incursión al equipo de la administración municipal 2016-2019, lo empiezan a describir como un "Mirrey", ese peyorativo que se ha vuelto común en el lenguaje mexicano para describir a los personajes que se caracterizan por superfluos, banales, con tendencia elitista y -la mayoría de las veces- huecos del cerebro.

"Y la finta no le ayuda" -dicen sus detractores-, ya que el nuevo Jefe de la Oficina del Alcalde, después de varios años de vivir en la Ciudad de México vuelve a Durango, una ciudad con altos índices de pobreza y marginación, donde el salario mínimo de todo un año de un obrero equivale al costo de sus zapatos y su traje de diseñador.

Quizá por eso ha caído de peso en primera instancia su llegada al gabinete, eso más el hecho de que Alejandro Castro, quien es sobrino del notario público José Miguel Castro Carrillo, ex diputado y ex Alcalde priista de Gómez Palacio, es considerado un arribista que de pronto se coló al primer círculo del oftalmólogo, sin saber por qué o cómo ocurrió.

Quienes lo conocen dicen que si se animó a dejar los atractivos jueves de La Roma o los viernes de La Condesa; si dejó su cargo, el buen sueldo y el glamour de una Dirección General Adjunta de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal, debe ser por algo más allá de un puesto de trabajo.

Y aquí es donde surgen las interrogantes: ¿por qué o para qué lo habría contratado Enríquez? ¿Qué debilidades habría visto en su equipo como para buscar suplirlas con este tipo de incursiones? Eso, seguramente lo sabremos en la medida que se vea qué tanto margen de maniobra le otorga el Alcalde.

Aunque se dice que desde la primera reunión para que lo conocieran funcionarios de primer nivel, hace aproximadamente tres semanas, José Ramón lo presentó algo así como un coordinador del gabinete, lo que no ha sido asimilado del todo por los diferentes grupos que interactúan en torno al jefe en la Presidencia Municipal.

Y no es para menos, ya que esa función históricamente la vienen desempeñando dos pivotes naturales que tiene el Municipio en su estructura orgánica: el titular de la Secretaría del Ayuntamiento en turno, o en su caso el Secretario Técnico -cuando le dan esas atribuciones políticas, claro, porque no siempre ha sido así-.

De ahí que la llegada del llamado "Mirrey" al gabinete haya causado ya los primeros roces, por un lado con el grupo de la Secretaria, la panista Claudia Hernández Espino, y por el otro con la oficina del perredista Juan Carlos Corral, Secretario Técnico. Ambos, se dice que expresan sentimientos encontrados pues creen que han sido desplazados o aminorados.

Sin embargo, lo más seguro es que después de que se acomoden las piezas que va sumando el Alcalde, y que seguramente ésta no será la última, el objetivo será hacer más robusto y más plural al equipo, en el entendido de que la campaña electoral ya pasó, y que necesita incorporar con otros aires que le permita construir un proyecto, su proyecto.

Enríquez quiere proyectarse fuera de Durango, y por supuesto necesita para ello dos cosas:

1.- Que el gabinete haga su chamba como Dios manda, cada uno en el área que le corresponde, es decir funcionando todos como parte de un engrane, cosa que no venía ocurriendo del todo. Cuando menos esa es la sensación que deja la llegada de un nuevo coordinador que ni estuvo en campaña, ni se le observa como alguien de su círculo cercano.

2.- Que su equipo gobierne bien y le ayude a seguir sumando adeptos, y es quizá en este aspecto en el que más podría aportar el multicitado funcionario, pues aunque Castro se caracteriza por trabajar en solitario, seguramente Enríquez lo vio de cerca los cuatro años que estuvo como Secretario Particular del ahora gobernador, José Aispuro Torres.

Más allá de las frivolidades, quienes en política no comulgan con el estilo del nuevo Jefe de la Oficina del Alcalde le reconocen más de una década de experiencia en el teje y la operación política, no sólo con Aispuro en la Cámara de Diputados, antes en tareas más jurídicas que políticas en la Suprema Corte de Justicia, y estos últimos años en oficinas centrales de Sedesol.

Y es que, castigado políticamente en Durango, como a veces suele ocurrir por culpa de las benditas etiquetas, se le vio la mayor parte del sexenio pasado en la Ciudad de México, como Director General Adjunto de la Sedesol y mantenerse en ese nivel con tres secretarios: primero la perredista Rosario Robles, luego el panista-priista José Antonio Meade y, hasta hace unos días, con el peñista Luis Miranda.

Casualidad o no, fue precisamente en la Ciudad de México donde los colaboradores de Enríquez Herrera lo vieron por primera vez cerca del Presidente Municipal, y ocurrió en el evento de la toma de protesta del Alcalde duranguense como líder nacional de la CONAMM, en Gobernación.

Ya en Bucareli, previo a la ceremonia, comentan que José Ramón tuvo un encuentro privado de unos cuantos minutos con Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Segob, en el cual supuestamente estuvo Castro Ramírez. Ese fue el primer día que varios cercanos al doctor supieron de él. Después se los presentó como Jefe de Oficina.

Lo cierto es que el Alcalde seguro le sacará provecho a este tipo de incursiones, más allá de críticas que podrían caer en lo superficial o en la sensación de competencia lógica ante la llegada de cuñas en el quehacer cotidiano.

Llega como coordinador del gabinete o Jefe de la Oficina del Alcalde una persona que podría aportar tres aspectos básicos:

I.- Conoce de cerca prácticamente a todo el equipo de primer nivel del gobernador Aispuro, e incluso al propio gobernante, para quien trabajó de 2006 al 2010, aspecto que deberá usar en positivo para lograr objetivos políticos y de trabajo conjunto entre ambas instancias;

II.- Tiene relaciones importantes fuera de Durango, en instancias del Gobierno Federal e incluso en otros estados y ciudades, dado que su etapa de mayor operación con Rosario Robles al frente de Sedesol fue precisamente en la vinculación con el Senado, Cámara de Diputados y gobiernos locales; y

III.- Trae interlocución con varios segmentos priistas que podrían sumarle al proyecto de Enríquez.

Porque a seis meses, José Ramón debe caer en cuenta que necesita formar un equipo con más "enriquistas" y menos colaboradores por cuota o por compromiso político, partidista o grupal. Ya se verá si el Edil logra funcionarios que ubiquen su ritmo y le permitan seguir lo que claramente se observa como un proyecto de mediano y largo plazo.

El caso de Alejandro Castro llama por ahora la atención al ocurrir su reclutamiento en esa coyuntura, pues los cercanos al doctor reconocen que ha depositado en él mucha confianza en tan poco tiempo.

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Escrito en: ComuniK2 José, Alcalde, equipo, Castro

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