Anorexia y bulimia, foco rojo

Existe ya un foco rojo en la ciudad de Durango con los problemas de bulimia y anorexia sobre todo en adolescentes. Ocurre a tal grado que se han encontrado baños en escuelas de nivel media superior y profesional que huelen a vómito porque las mujeres acuden después de comer.

Martha Palencia Núñez, directora del Instituto Municipal de la Mujer, reconoce que este problema se ha incrementado y hoy en día son muchas las adolescentes o jovencitas que sufren trastornos en la conducta alimenticiA. Y no solo porque comen y se producen el vómito, sino porque hay otras que dejan de comer porque "se ven gordas" aunque tengan bajo peso.

Reiteró que cada vez es más frecuente toparse con mujeres que por lo general ocultan el problema a sus padres. Hay, por ejemplo, quienes padecen anorexia se ponen sudaderas o varias prendas para que no las vean tan delgadas, mientras que quienes sufren bulimia, prefieren vomitar en la escuela y no en la casa.

Dijo que en una campaña que se realizó en varias escuelas de la Universidad Juárez se pudo constatar que los baños de mujeres olían a vómito de tantas jovencitas que acudían con ese fin.

Por ello pidió a los directivos de estas escuelas y a los de cualquier otra institución, tener mayor vigilancia en los baños para evitar que esto siga sucediendo y vaya creciendo.

En Durango el problema de mujeres con anorexia o bulimia afecta al cinco por ciento, un porcentaje que para la especialista es muy elevado. Pero en esta ciudad el mayor problema es que las mujeres se van a los extremos: por un lado las que quieren verse más delgadas a pesar de que ya lo están. Y en la otra orilla, las que padecen sobrepeso: "tenemos verdaderos problemas con las jovencitas principalmente por su conducta alimenticia", dijo.

Contratar

La Organización Mundial de la Salud ha solicitado a las academias de modelaje no contratar mujeres extremadamente delgadas.

Regreso

Ante este problema no se descarta el tener que regresar al estereotipo de las mujeres de los 60 con más "carnita" y mayores caderas.

Vigilancia

Urge que los padres de familia también hagan lo suyo y vigilen a sus hijas para evitar que sean anoréxicas o bulímicas