La anorexia y la bulimia son trastornos mental-alimenticios cada vez más comunes en Durango. Ocurren a grado tal, que padecen (uno u otro) alrededor del 5 por ciento de las mujeres jóvenes de la capital.
La directora del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), Martha Palencia Núñez -quien refiere tal estimación porcentual- sostiene que el problema se acentúa en los niveles educativos de bachillerato y profesional.
De hecho, asegura, se han realizado ejercicios de observación que han dado la razón respecto a lo común de los casos.
La servidora pública ejemplificó que, en los sanitarios de varias facultades y escuelas de la Universidad Juárez, se verificó la presencia de olor a vómito, lo que se interpretó como evidencia de una práctica constante de anorexia.
Sucede, dice, porque para ocultar el problema a sus padres, las jovencitas optan por realizar esa práctica en la escuela y no en el hogar.
Por ello pidió a los directivos de estas escuelas y a los de cualquier otra institución, tener mayor vigilancia en los baños para evitar que esto siga sucediendo y se sigan incrementando las cifras de incidencia.
INSTITUCIONES PÚBLICAS
Pese a la estimación de casos expuesta por la titular del Instituto Municipal de la Mujer (1 de cada 20 mujeres jóvenes), las instituciones públicas de salud registran una baja cifra de personas atendidas con estos problemas, aunque la cifra va en ascenso.
De acuerdo a datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, el año pasado fueron atendidas en en Durango 17 personas con alguno de estos padecimientos.
Las propias autoridades reconocen que la mayoría de los pacientes de anorexia y bulimia no acuden al médico sino hasta que sufren una complicación mayor producto de sus prácticas alimenticias.