Difícil, vida de mujeres en cárcel

La situación de las mujeres en las cárceles es muy triste; así lo expresó la presidenta de la asociación Sí Hay Mujeres en Durango, Julieta Hernández Camargo, quien indicó que tienen que abandonar a sus hijos e hijas para cumplir sus condenas, provocando que sean víctimas de abandono ya que en ocasiones no hay familia con la cual dejarlos.

Otro panorama al que se enfrentan las féminas internas en los centros penitenciarios, según las declaraciones, es a las visitas conyugales, las cuales dan como resultado embarazos no deseados y la llegada al mundo de bebés que no tienen un futuro asegurado.

En el caso de las mujeres indígenas o de la zona serrana, la situación es más complicada, ya que muchas de ellas no conocen sus derechos e inclusive, cuando son detenidas, desconocen las causas, principalmente por las barreras del idioma, un derecho que les es vulnerado.

SIN LÍMITES

Por amor algunas personas pueden llegar a hacer lo prohibido; tal es el caso de muchas mujeres que se encuentran presas en el Centro de Reinserción Social número Uno, ubicado al oriente de la ciudad capital, ya que según información de la asociación Sí Hay Mujeres en Durango, existen 770 féminas recluídas en dicho centro penitenciario, de las cuales el 60 por ciento de ellas están privadas de su libertad por asuntos relacionados con la entrega de droga a sus parejas o la subordinación, es decir, se vuelven cómplices de las personas a las que aman.

Según la organización, el hogar es el punto donde se forman los pensamientos de servidumbre al sector masculino por parte de las féminas, ya que en muchos casos se acostumbra a que el hombre manda y puede hacer lo que quiere con la mujer. Se recomienda a las mujeres denunciar cualquier acto violento.