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YAMIL DARWICH

Ha llegado el tiempo de tomar decisiones que van a tener consecuencias para todos nosotros, los ciudadanos del estado de Coahuila; pronto tendremos elecciones para diferentes puestos públicos y los contendientes ya han iniciado una verdadera batalla para alcanzar el triunfo, engañarnos sin dudar, comprometiéndose sin posibilidades de cumplir sus promesas de campaña y de ser necesario mentir y difamar, aunque en algunos casos dirán verdades.

Ellos son asesorados por expertos de diferentes áreas del conocimiento, quienes no dudarán en utilizarlos; conocen nuestra condición humana y la realidad que vivimos en el Estado y algunos, de ser necesario, aconsejarán mentir, rompiendo con la ética profesional, cumpliendo así con su cometido.

Lo anterior nos obliga a poner especial atención a lo escuchado, leído y visto a través de medios de comunicación, porque deberemos tomar nuestra decisión.

Yuval Noah Harari, asegura que no hay humano capaz de crear relaciones íntimas con más de 150 personas y que en caso de tener que elegir ante una injusticia o enfrentar un reto, las multitudes -nosotros- preferimos no tomarlo.

El pone el ejemplo de dos monos a los que les ofrecen premios: primero les dan pepino fresco, que aceptan gustosos; luego de ponerlos a realizar el mismo trabajo -elegir y entregar algún objeto, por ejemplo- al primero le dan uvas y al otro le ofrecen más pepino, que rechaza airado. Ellos no aceptan tratos diferentes.

El ser humano no se comporta así y como ejemplo podemos citar el pago que se le hace a personas con las mismas responsabilidades laborales -claro que hay factores que los diferencian, como antigüedad, experiencia o sexo biológico-. Aún así, ante el mismo trabajo con iguales resultados y sin que haya mayores conflictos, no reciben el mismo pago.

A últimas fechas inventamos las organizaciones llamadas sindicatos, que tampoco intentan que prevalezca la justicia.

Es interesante observar la aceptación y hasta la complacencia de muchos de los humanos. Pongamos como ejemplo un evento masivo y confirmemos como unos pocos vigilantes logran controlar a las masas numerosas y hasta apaciguarlos en caso necesario, utilizando su apariencia, uniformes, armas y protecciones que inspiran respeto y hasta temor. Son la autoridad aceptada.

A ese fenómeno social agregue el supuesto que algunos asistentes se rebelen y empiezan a agredir a los vigilantes; frecuentemente, el resto de la masa se anima a apoyarlos y hasta mostrar mayor agresividad aceptando el liderazgo del cabecilla de la rebelión, aunque por su apariencia le consideren inferior.

Lo mismo sucede con los integrantes de un ejército o los miembros de tribus urbanas. El líder no siempre es el más fuerte, pero por tradición es aceptado como jefe y los demás le siguen. Condición humana.

Sabemos de la corrupción en nuestro desgraciado sistema político, que "el jefe" se llevará la enorme tajada y sus subalternos -que generalmente quedan expuestos- sólo recibirán pequeños premios y permanecerán aparentemente contentos, porque ...así son las reglas.

Comúnmente, los integrantes de las masas aceptan pequeñas ganancias, premio o botín, aunque saben que la repartición es a todas luces injusta e inequitativa. ¿Recuerda los regalos y compra de votos?

En esos pequeños grupos sociales, en algún momento aparece un nuevo líder que desbanca al anterior; entonces puede presentarse el canibalismo.

Los leones se comen a las crías del anterior jefe de la manada, no vaya a ser que cuando crezcan lo reten, venzan y desplacen; los humanos matamos psicológica o físicamente al opositor. Desterramos, desprestigiamos o francamente asesinamos al caído. Recuerde que los politiqueros son enviados a embajadas donde no "grillen" y si se resisten son denunciados por delitos que ya conocíamos, encarcelados o desaparecidos. Usted cite ejemplos.

Estas particularidades humanas ahora se ven desbordadas; los politiqueros abusan mayormente de los ciudadanos y no respondemos rebelándonos, salvo raras excepciones, cuando se organizan grupos opositores con adecuadas acciones civilizadas y de defensa comunitaria. En algunos lugares aparecen guerrillas y terrorismo, respuestas que nunca serán solución.

Los politiqueros son mayoría ante los políticos y los primeros buscan el poder, no para servir, sino para servirse de él y están informados sobre nuestras reacciones humanas, actuando en consecuencia. ¿Comprende?

Afortunadamente, los abusones del presente empiezan a encontrar contraofensivas y han aparecido grupos sociales, tales como "Observatorio Ciudadano" o Grupo Vida, a quienes debemos seguirles muy de cerca en sus acciones apoyándoles y participando, cuidando su permanencia en el campo de la moral y la ética, exigiéndoles aplicación de los buenos valores y principios.

El propósito del presente "Diálogo" tiene la finalidad de que sea útil para analizar otra más de las razones, de fondo, del porqué de nuestro agobio político social y que nos decidamos a actuar firmemente, con inteligencia y civilidad, siendo proactivos y activos, hasta lograr el cambio para bien.

¿Usted ya investiga, lee y pregunta para decidir y votar?

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Escrito en: Diálogo mismo, politiqueros, aceptan, grupos

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