Ya están detenidos ¿y luego?
Tomás de Jesús Yarrington Ruvalcaba, gobernador de Tamaulipas de 1999 a 2004 y Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz de 2010 a 2016, ambos priistas echados de su partido, ya están en la cárcel, uno en Italia y el otro en Guatemala ¿y qué sigue?, ¿hasta cuándo pagarán lo que han hecho mal?, si es que se logran demostrar los presuntos delitos de los cuales se les acusa.
Aún no podemos cantar victoria con las espectaculares y sencillas detenciones, "viene lo mejor" como decía un excandidato a gobernador de nuestro estado de Durango; aún falta seguir un proceso largo y tortuoso jurídicamente hablando.
¿Cuánto tiempo tardarán en lograr la extradición de Tomás Yarrington?, ¿será extraditado a México o a los Estados Unidos de Norteamérica?, ¿qué peligro representa para algunos que sea Estados Unidos quien logre su extradición?, ¿cuándo pisará tierra mexicana Javier Duarte de Ochoa? y después de que la pise ¿qué?.
Porque Andrés Manuel López obrador (AMLO) no está conforme con la captura de Duarte, dice que es una cortina de humo ¿quién lo entiende?, pide justicia y luego dice que es un chivo expiatorio; entonces ¿tendrá razón Miguel Angel Yunes al afirmar que López Obrador recibía recursos públicos para el mantenimiento de su MORENA.
¿Quién sigue?, ¿qué exgobernador o servidor público caerá hoy? o ¿ya con esos es suficiente?
Por otra parte, es cierto que la justicia es ciega, pero de que es coincidencia que la captura haya sido precisamente en plenos días de semana santa y que Duarte apareció muy sonriente, pues sí parece coincidencia.
Acaso estamos ante la víspera de los "bombazos noticiosos" en tiempos de vacaciones, en momentos en que el grueso de la población no ve o escucha noticias; basta recordar unos años atrás cuando las devaluaciones eran anunciadas en tiempo vacacional de diciembre, tal y como sucedió en 1994, en la época del hoy conferencista Ernesto Zedillo Ponce de León.
La aprehensión de estos dos peces gordos, al menos aparentemente eso dicen que son, será la primera prueba de que las cosas serán diferentes o ¿serán sólo venganzas políticas por no estar en el carril correcto?, ya veremos en los próximos meses.
Aunque recordemos que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
. . . puede ser que sí, puede ser que no, lo más seguro es que quien sabe, pero. . . sí no hay evidencia, si no existen las pruebas suficientes ¿para qué castigar o encarcelar a alguien? si a la vuelta de una semana saldrá; lo ha externado el gobernador Aispuro Torres, el que la hizo o quien la haga la va a pagar, y no cabe duda de ello, pero con las pruebas en la mano, así que paso a pasito.
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